El gobierno de Brasil atribuyó este viernes a la "presión" de los productores ganaderos estadounidenses la decisión del Departamento de Agricultura norteamericano de suspender la compra de carne bovina fresca de 13 plantas brasileñas debido a la falta de documentación del proceso de vacunación contra la fiebre aftosa.
Así lo afirmó el ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento brasileño, el empresario Blairo Maggi, quien viajará a Estados Unidos para recomponer la situación.
"Pretendo viajar con mi equipo para normalizar las ventas a este mercado al cual volvimos en los últimos años", dijo Maggi.
La decisión supone un revés comercial para Brasil, que había sorteado en abril una suspensión a nivel global luego de la operación policial Carne Débil, que había encontrado irregularidades en el control sanitario de las carnes.
Según el ministro Maggi, existe un lobby por parte de los productores estadounidenses contra la carne brasileña.