El molino Lagomarsino cerró su planta en Mar del Plata. Según trascendió de fuentes del sector, la planta, que tenía 65 empleados, ahora suspendidos, era para exportar harina de trigo a destinos de ultramar en los cuales hoy la Argentina no puede competir por los altos costos.
El año pasado, el país exportó 600.000 toneladas de harina, pero concentradas en un 96% en Brasil y Bolivia, mercados de frontera. La industria tiene una capacidad para procesar 12,5 millones de toneladas de trigo, pero hay una capacidad ociosa del 50%.
La firma, que mantendrá sus plantas de Avellaneda, Carlos Casares y Navarro, señaló: "Tal medida (por el cierre) fue resuelta a raíz de que ya hace mucho tiempo han dejado de regir los menores valores del trigo de la zona de Mar del Plata, que la hacían competitiva en la actividad, sumado a ello que hay que transportarla con los costos adicionales de fletes, hoy de importantísima incidencia en los costos generales", dijo.
Lagomarsino agregó que la "situación se agrava" por la sobreexistencia de oferta de harina en el mercado local.