La faena de vaquillonas y terneras tuvo un salto marcado en mayo aunque la presencia de hembras en el total llegó al 43% lo que indica que se redujo el interés por la retención. También creció la oferta de novillos y novillitos pero a un ritmo mucho más lento.
La faena vacuna de mayo tuvo un incremento del 8,5% con respecto a igual mes del año pasado aunque si se mide el período enero-mayo el salto es menor y llega al 5%.
En mayo el incremento en la oferta fue apuntalado por la mayor presencia de las hembras jóvenes: vaquillonas y terneras. En tanto, la faena de vacas se mantuvo sin cambios. Esto significa que si bien los criadores tienen menos interés en retener el ganado, por otra parte tampoco estamos en una etapa de liquidación.
La suma de vacas, vaquillonas y terneras representan el 43% del total, levemente por encima del registro del mes anterior (en abril fue de 42,3%) y del promedio que se registró en los primeros 4 meses del año pasado y durante el 2016.
También crece la faena de machos aunque mucho menos. En mayo novillos y novillitos crecieron en torno al 8%. De a poco empieza a aparecer lo que se encerró a principios de año y que es consecuencia del destete del 2015 que pasó primero por la recría y, en menor medida, del destete temprano de este año.
Si se toma en consideración la faena de machos de enero-mayo, la categoría novillos cae 2% mientras que la de novillitos crece 7%. Esto da cuenta de que pese a las medidas oficiales y al interés de toda la cadena el negocio sigue pasando por la producción de animales con bajo peso que permitan una rápida rotación del capital y que también permita atender a ese sector de la demanda interna con mayor poder de consumo y que sigue prefiriendo la carne de animales jóvenes y con bajo peso.