Acosado por el escándalo de pago de coimas en Brasil y con declive de sus ingresos, el frigorífico brasileño JBS acordó la venta de sus unidades productivas en el país. Por u$s 300 millones, la también brasileña Minerva Foods, competidora en el sector vacuno, se quedó también con las operaciones de JBS en Paraguay y Uruguay.
Pero el impacto del acuerdo es más fuerte en la Argentina, ya que la adquisición en el país incluye cinco plantas frigoríficas (de las cuales cuatro están paralizadas), un centro de distribución y una unidad de procesamiento. Minerva se hará cargo a través de su subsidiaria Pul Argentina de la totalidad de las operaciones de JBS Argentina, hasta ahora dueña de la marca Swift y Cabaña Las Lilas.
En tanto, Frigomerc y Pulsa, también subsidiarias de Minerva, asumirán el control del 100% del capital social de JBS Paraguay (incluye tres unidades frigoríficas) y del Frigorífico Canelones, respectivamente. Fuentes del mercado afirmaron aEl Cronista que la operación abarcaría la marca Swift, por lo que Minerva se quedaría con una marca instalada y con uno de los frigoríficos de mayor capacidad de exportación. JBS hoy opera una planta en Villa Gobernador Gálvez, con una faena estimada de 2000 animales por día. En un comunicado enviado a la Bolsa de Valores de San Pablo, la compañía explicó que utilizará los ingresos de la operación para reducir su deuda.
El acuerdo, que ya fue aprobado por los directorios de ambas compañías, se da en momentos en que la mayor procesadora de carne del mundo busca dinero fresco para enfrentar el escándalo de corrupción en Brasil. Este estalló tras la confesión de sus propietarios, la familia Batista, a la Justicia brasileña de que en los últimos años pagaron sobornos por 600 millones de reales (unos u$s 187,5 millones) a 1829 políticos a cambio de favores. Días atrás, J&F Investimentos, la matriz de JBS, firmó un acuerdo de indulgencia récord y pagará 10.300 millones de reales (u$s 3100 millones). Según informó Reuters, esta situación, más la debilidad de la división Mercosur de JBS, y una moneda brasileña más fuerte contribuyeron a una caída de 14,3% en sus ingresos netos en el primer trimestre. Minerva, por su parte, se posiciona como el tercer jugador en el mercado brasileño de carne vacuna, detrás del propio JBS y Marfrig.
La compañía comenzó un proceso de internacionalización hace unos años por Sudamérica, donde ya opera plantas de faena en Colombia, Uruguay y Paraguay. Así, la adquisición significa el desembarco en la Argentina, y una oportunidad para reabrir las plantas que JBS tiene paralizadas. "Será un proceso lento, pero en la medida en que crezca la producción vacuna la industria abrirá plantas.
La década pasada se perdieron 10 millones de cabezas, por lo que hoy la capacidad instalada es mucho mayor de lo que se opera", afirmo un conocedor del mercado de carnes. Ante inversionistas, Minerva aumentó su estimación de ingresos de 13.000 a 14.400 millones de reales para el período que terminará en junio de 2018. Se sustenta en que aumentará su capacidad de faena un 52%: de 17.300 cabezas diarias pasará a 26.400.