Al Operativo Carne Débil, conocido a mediados de marzo, por el que la Policía Federal de Brasil investigó un sistema de sobornos entre frigoríficos y funcionarios del servicio sanitario para pasar por alto diversas irregularidades, ahora se sumó la difusión de una conversación grabada entre el actual presidente brasileño y las máximas autoridades de JBS, lo que desató una crisis política muy importante.
Ya durante los últimos dos meses, en un segundo operativo de la Policía Federal, bautizado Lucas, se descubrió un esquema por el que empresas de carnes y de lácteos pagaban coimas para ser eximidas de penalidades y de multas por distintas infracciones. Además, se están investigando operaciones del BNDESPar, rama del banco de desarrollo de ese país, con la firma JBS.
Tembladeral
Los directivos del frigorífico, aquejados por estos escándalos, habrían entregado una prueba explosiva a la justicia a cambio de beneficios, o sea buscando lograr un acuerdo de delación premiada.
El 18 de mayo, un medio brasileño difundió la conversación entre las autoridades de JBS y nada menos que el actual presidente brasileño, Michel Temer, pactando el pago de sobornos a dirigentes políticos, lo que levantó un tembladeral cuyos alcances son difíciles de estimar al momento.
La grabación de la reunión mantenida en marzo, cuando Temer ya era presidente, desató una serie de detenciones de líderes políticos y allegados. Se trata de un asunto de muy alto voltaje que pone en dudas que el primer mandatario pueda concluir su presidencia en la fecha inicialmente prevista.
En la carne
El mismo jueves 18, la acción de JBS llegó a perder 20% sobre el cierre del día anterior, y terminó recuperando poco más de la mitad de esa pérdida, acumulando una caída del 11% en un día. El viernes recobró otros dos puntos.
En tanto, las acciones de las otras empresas importantes del sector mostraron un retroceso inicial del 15-20%, pero se recuperaron mejor a lo largo de la rueda, con baja de 5% para Marfrig, 2% para BRF y una pequeña ganancia para Minerva. El viernes, estas tres compañías apenas retrocedieron.
Esto se da en un marco en que los frigoríficos brasileños ya habían sufrido el cierre temporario de muchos mercados a causa del operativo Carne Débil y en momentos en que JBS estaba buscando cotizar en la Bolsa de Nueva York.
Además, las exportaciones de carne estaban declinando desde mediados de 2016; y cuando en marzo parecían empezar a remontar, los efectos del escándalo llevaron a que en abril tocaran el nivel más bajo en 5 años.
Es indudable que todos estos asuntos le hacen un flaco favor al sector de la carne en Brasil, líder mundial en proteínas animales, y cuyos efectos no necesariamente quedarán limitados a ese país.
Lo ideal sería llegar a una conclusión rápidamente, que se dicten y se cumplan las penas que correspondan y que el sector vuelva a transitar el camino del trabajo, de la innovación y la competencia, del que no debía haber salido.