La campaña sojera ofrece un rinde promedio de 3.800 kilos por hectárea cuando aún resta trillar cerca de un 10 por ciento del área cultivada con soja de segunda por la demora que ofrecen las lluvias que traban los trabajos de cosecha principalmente en la zona núcleo.
Así lo indicó hoy el último informe de la Guía Estratégica Agropecuaria (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde se mencionó que por cuestiones climáticas la campaña oleaginosa termina con 700 mil toneladas menos de soja por debajo de los volúmenes registrados el año pasado.
Los especialistas de la entidad rosarina mencionaron que el 97 por ciento del área sembrada de manera temprana ya fue recogida mientras que aún resta levantar un 12 por ciento de la superficie implantada con soja de segunda: allí sigue el retraso en las labores de cosecha en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Según los técnicos, la "incertidumbre" se cierne sobre los productores por la obtención de "mucha mercadería húmeda que deberá entregarse en el corto plazo" cuando en la zona central del país se estima que se obtendrán un total de 20,6 millones de toneladas. Este dato surge de la previsión que reporta una superficie cultivada de 6 millones de hectáreas, con un rinde promedio de 3.790 kilos por hectárea, aunque en esta zona no pudo ser cosechadas unas 570 mil hectáreas. Atento a la situación climática y la proliferación de las lluvias sobre la zona núcleo, los especialistas advierten que más del "10 por ciento del área de la soja de segunda que aún resta cosechar deberá esperar por unos días", a instancias de las lluvias previstas para el día de hoy y mañana en las principales zonas sojeras.
Según la bolsa rosarina, en el comienzo de la trilla de la soja de primera la previsión era la obtener muy buenos rindes, aunque con el promediar de la cosecha y el efecto climático, dicho rendimiento se fue estancando en torno a los 3.800 kilos por hectárea. A fines de abril los primeros lotes trillados lograron rindes que lograron superar los 4.000 kilos por hectárea pero con el correr de las semanas dicho margen se fue reduciendo, por impacto del exceso de humedad, en un 5 por ciento en solo dos meses. Tras inundación de campos que se registró en la zona central, el efecto del agua tuvo su impacto sobre la soja de segunda, ya que los rendimientos del cultivo oleaginoso promedio los 3.000 kilos.
