Con la ampliación del volumen de las brechas ya existentes se busca escurrir el agua del distrito y evitar la amenaza de inundación en el casco urbano de la ciudad cabecera.
Ayer martes, habitantes del partido de General Villegas se movilizaron hasta la ruta para reclamar a las autoridades provinciales medidas que favorezcan el escurrimiento del agua bajo la consigna "Saquen el agua".
La concentración se realizó en el cruce de las rutas 33 y 188, donde vecinos, concejales y entidades ruralistas, del transporte de cargas, de la industria y el comercio exigieron obras que permitan desagotar las aguas que inundan el 80 por ciento de las 725.000 hectáreas de ese partido, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires.
"Más de 3000 personas participaron de esa asamblea", dijo hoy a Télam Del Vecchio y detalló que "cuando llegó al lugar el subsecretario de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, Rodrigo Silvosa, se resolvió la ampliación del corte de la ruta 226".
Sostuvo que "anoche mismo, a las 22, se iniciaron los trabajos con la maquinaria y el personal de la Municipalidad, y se culminaron a las 12" y agregó que se realizó un corte y la colocación de un puente de fierro de 4 metros de ancho por 2,5 de largo para que pasen vehículos livianos y evitar que la ruta quede interrumpida y aislado el lugar.
Anticipó que los trabajos continuarán este miércoles en la ruta 188 y mañana en la 33.
Asimismo, Silvosa y el intendente local, Eduardo Campana, anunciaron anoche que se agregarán cinco alcantarillas más a los cortes que existen en las rutas 226, 188 y 33.
"Es un avance. No es lo que pretendían los demás lugares, pero Villegas con un solo tubo no hace nada", evaluó Del Vecchio y expresó que "la situación es muy critica, por lo que necesitamos descomprimir lo más que se puede".
Analizó el funcionario que "el agregado de alcantarillas sirve para sacar el agua, pero ante la gran masa que hay, es muy lento" y remarcó que "a futuro, es lo que nos hace falta. Tenemos que prepararnos para las lluvias de octubre".
Desde el año pasado, la cantidad de lluvia caída en Villegas duplicó el promedio para la zona y además recibe excedentes hídricos de las provincias vecinas de La Pampa y Córdoba.
Esta situación causó pérdidas de cosechas, dos campañas de siembra sin hacer, el cierre de numerosos tambos que se inundaron con pérdidas estimadas en 6.000 millones de pesos y también, desde hace meses, el aislamiento de los pueblos de Santa Eleodora, Villa Saboya y Santa Regina.