El plenario de delegados de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) decidió una huelga de 24 horas desde las 0 de hoy, tras una jornada en que la crisis de Sancor se profundizó: el sindicato rechazó los cambios planteados por el Gobierno a cambio de un nuevo crédito a la empresa quebrada; se profundizó el desabastecimiento de productos Sancor en las góndolas de todo el país, y continuó a la baja la posibilidad de la empresa de recibir leche de los tamberos, a los que no les paga en tiempo y forma desde enero.
Anoche, el secretario general del sindicato, Héctor Ponce, dijo que la versión sobre el otorgamiento de un crédito (que el sindicato también pedía al Gobierno) a Sancor "es mentira" y negó la posibilidad de que la cooperativa pueda recibir ayuda debido a "su pésima gestión y a su nivel de endeudamiento generalizado".
Ponce también aseguró que el resto de la industria busca aprovechar la situación para buscar reformas al convenio laboral y especula con "la realidad a partir de la posibilidad de desestabilizar y debilitar al gremio".
A su vez, el titular de la filial General Rodríguez, Eber Ríos, sostuvo que "no se aceptará la precarización y flexibilización laboral".
Parte de la discusión es por un aporte inédito, que no existe en el resto de la economía, por el que las empresas tienen que pagarle al gremio, desde 2009, 3.300 pesos por mes por cada empleado. Eso podría ser inconstitucional, contrario a la libertad de agremiación. Ponce sostuvo que la conducción de Sancor carece de "un plan serio de reactivación, por lo que el diálogo con el Estado está en vía muerta".
"Las otras empresas podrían también tener una propuesta. Por ejemplo, una alternativa sería venderle a Sancor del cinco al siete por ciento de su producción para que la cooperativa tenga otra vez materia prima", dijo Ponce.
Macri lamentó la situación de la firma. "Sancor tuvo un enorme desmanejo interno en su conducción y un pésimo convenio laboral", dijo.