A nivel nacional, la industria láctea está pasando uno de los peores momentos en más de 10 años. El consumo de leche de los argentinos y la producción en los tambos del país tuvieron una caída histórica. Distintos sectores argumentan que los motivos de esta situación serían la recesión y la inflación. Mientras que a nivel nacional están atravesando una profunda crisis, en la provincia, empresarios del sector lácteo pudieron aprovechar ese momento de baja y lograron más competitividad.
Según datos aportados por la empresa Cosalta (Cooperativa Salteña de Tamberos Ltda.), la venta y producción de leche en la provincia aumentó un 5%. "Nosotros hemos aumentado la venta al público respecto al año pasado", comentó Gustavo Peretti, actual gerente de la cooperativa, a El Tribuno.
Y agregó: "A nivel industria local no notamos esa caída en el consumo, al contrario estamos vendiendo un poco más que el año pasado. Tampoco hubo caída en la producción".
El gerente de la cooperativa aclaró que en el Valle de Lerma (lugar donde se encuentra la mayor cantidad de tambos) se produjo un poco más que el año pasado. "Al porcentaje no lo tengo estimado", replicó Peretti, pero calculó que está alrededor de un 5% arriba en comparación con el año pasado.
Tamberos asociados
Cosalta, como su nombre lo indica, es una cooperativa que actualmente está integrada por 29 productores tamberos asociados, que son los encargados de administrar los fondos y los que deciden el precio que se debe pagar por litro de leche.
"Cada vez hay menos productores que producen más leche. Es un fenómeno que se viene dando en todo el país y en el mundo", explicó Peretti. Y agregó: "Cada vez la escala tiene mayor incidencia en la rentabilidad, entonces todas aquellas empresas relativamente chicas prácticamente no son sostenibles porque tienen mayores costos y mayores precios, se hace medio insostenible. La concentración no se ha dado solo en el tambo, se ha dado en prácticamente toda la actividad agropecuaria".
Los tambos se están haciendo más eficientes y más grandes. Esto se debe a que hay un sistema de producción diferente y eso hizo que sean más eficaces.
A nivel país
Está situación que refleja la cooperativa va totalmente a contramano de lo que pasa en el país. El informe de coyuntura que realiza el Observatorio de la Cadena Láctea, organismo público y privado dependiente de la Subsecretaría de Lechería, sostiene que los "efectos recesivos del proceso inflacionario" que se produjo en 2016 "afectaron fuertemente" el consumo doméstico y aseguran que es probable que no se revierta en el corto plazo.
Según datos oficiales de la Subsecretaría de Lechería del Ministerio de Agroindustria de la Nación, en 2016 los argentinos consumieron, en promedio, 40,1 litros de leche líquida. Esta cifra es la más baja desde el 2002 y 2003 (cuando se consumieron 37,8 y 37,3 litros, respectivamente) y la caída del 9% con respecto a 2015 es la más fuerte desde 2002 (cuando cayó un 14% frente a 2001).
En los datos desagregados de la Subsecretaría se refleja que la caída en la compra de leche fluida se debió a un retroceso en el consumo de leche pasteurizada (la leche en sachet que necesita refrigeración), que bajó un 20% con respecto al 2015. Además, la venta de leche chocolatada cayó un 8%. En tanto, la leche esterilizada (que es larga vida y no necesita estar refrigerada), aumentó un 14%.
En la provincia de Salta no existen datos estadísticos actuales sobre cuál es la producción diaria de leche por parte de los tambos y cuál es el consumo anual de los salteños. Por este motivo, no se puede realizar una comparación con respecto a la baja nacional.
Sobre la cooperativa
Cosalta procesa alrededor de 90 mil litros diarios de leche anuales promedio, para los distintos productos que se manufacturan en la empresa. Datos no oficiales afirman que la producción diaria de leche en los tambos de Salta estaría en los 160 mil litros.
Salta no produce todo lo que consume y hay sobreoferta de lácteos que vienen de otras zonas del país. Según los últimos datos estadísticos, la participación en el mercado de los productos salteños alcanza el 23 por ciento.
Según analizó Gustavo Peretti, la caída del consumo lácteo se relaciona con la baja de la producción a nivel nacional y a que probablemente haya caído la entrada de productos a la provincia. "Lo que no sabemos de cuánto es esa merma, pero eso repercute en nuestra comercialización local y podemos vender un poco más", aclaró el gerente de Cosalta.
Peretti comentó a El Tribuno que el ritmo de crecimiento de la cooperativa es constante. "La verdad que venimos creciendo a un ritmo de 6% anual desde hace más de 20 años, eso ha sido un objetivo que más o menos nos fijamos y lo estamos cumpliendo, con altibajos por supuesto".
Otro punto a favor que dicen tener los cooperativistas es el precio promedio que se le paga al productor, que siempre ha estado por encima de la media nacional, según afirman. "Nosotros pensamos que es un poco resultado de la gestión comercial y cómo se hace la composición de la venta. Nosotros estamos muy bien, es una cooperativa que está totalmente saneada, no debemos nada a nadie", explicó el gerente de Cosalta.
Y finalizó: "Se está pagando en tiempo y forma a todos los proveedores y clientes en general. Somos bastante prolijos y nos estamos manejando relativamente bien".
Aumento de la leche según el Isepci
Según el índice barrial de precios medido todos los meses por el Isepci de Salta (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana), desde enero de 2016 a enero de este año el litro de leche líquida pasó de costar 12 pesos a 17 en promedio.
Conforme a lo relevado por este organismo, en la ciudad la leche tuvo un aumento del 41% durante los últimos 13 meses. Este incremento se asemeja a la inflación anual que hubo en Argentina durante el año pasado. El informe elaborado por el organismo nacional, con sede en Salta, es realizado en 79 barrios de la capital por más de 46 encuestadores y mide cuál es el valor de la canasta básica de alimentos. El valor de la misma permite determinar la línea de indigencia. En marzo, según el índice de precios elaborado por el Isepci, una familia necesitó más de $5.410 para cubrir sus necesidades nutricionales primarias.