El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, admitió ayer que existe "preocupación" en el Gobierno por la posibilidad de que las inundaciones afecten "la cosecha récord" prevista para este año y sostuvo que ante eso "lo único que podemos hacer es rezar". Luego de reunirse con sus pares del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), Buryaile admitió que la situación climática y las inundaciones en varios sectores de la zona pampeana "nos preocupa", porque "todo está dado para que la cosecha sea extraordinaria, falta que el clima nos acompañe".
En febrero pasado, el ministro había anunciado que la Argentina tendría una cosecha récord de trigo de 18,3 millones de toneladas y que la cosecha total de granos alcanzaría las 130 millones totales este año.
Las provincias afectadas por el fenómeno climático -que comenzó el miércoles pasado y que en algunos pueblos y ciudades marcó récords por la abundante caída de agua en poco tiempo- son Santa Cruz, Chubut, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Formosa, La Pampa y un sector de la provincia de Buenos Aires.
En el caso de La Pampa, donde se estima una superficie cultivable de poco más de 1 millón de hectáreas, unas 500.000 hectáreas están hoy bajo el agua. "Va a ser un impacto fuertísimo en la economía provincial", señaló el ministro de la Producción provincial, Ricardo Moralejo, al evaluar las consecuencias económicas y productivas del fenómeno climático que golpeó a la provincia durante la última semana.
Moralejo reveló que la mayor parte de la superficie inundada estaba implantada con granos gruesos, los que ya se dan por perdidos. En declaraciones citadas por el diario La Arena, el ministro explicó que el año pasado, la inundación complicó los caminos, campos y cascos urbanos, pero dejó como saldo favorable unos suelos perfectamente húmedos para soportar el desarrollo de la cosecha gruesa con expectativas de una cosecha récord que ahora se derrumbaron.
"Esta es una inundación de otoño- invierno; no solo es más rara sino que va a permanecer más en el tiempo, porque la evaporación es mucho menor -señaló-.
Va a persistir prácticamente hasta el próximo verano".
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, anunció ayer el envío a Santa Rosa de $ 50 millones en fondos del Aporte del Tesoro Nacional (ATN) para paliar la situación que dejaron los 400 milímetros de precipitaciones registrados en la ciudad, donde hay mil evacuados, barrios anegados y asilados y redes cloacales colapsadas. Además, al referirse a la situación en varias provincias, Frigerio destacó la necesidad de paliar ahora con recursos la emergencia y estimó que podría haber una línea de créditos a través del Banco Nación para las personas que perdieron sus bienes.
En la provincia de Buenos Aires, uno de los municipios más afectados es General Villegas, que lleva 15 meses ininterrumpidos en estado de emergencia, y donde se renovó el estado de alerta máxima. El distrito -en el noroeste de la provincia- tiene bajo el agua a más de la mitad de sus 700.000 hectáreas de campos productivos y la totalidad de sus poblaciones afectadas o amenazadas por el agua.