En algunos casos, como en plantaciones puntuales en San Pedro, Canindeyú e Itapúa, se obtuvo un rendimiento de apenas 1.200 toneladas por hectárea. Berea explicó que esto se debió, por un lado, a que en esas zonas, faltaron lluvias en momentos clave.
Por otro lado, también perjudicó el exceso de lluvias. En el noreste del Departamento de Itapúa, las precipitaciones generaron pérdidas del 12% en rendimiento de soja, y de cerca del 7% en precios recibidos por la baja calidad de los granos, según estimaciones publicadas por la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
No obstante, hay otras donde se han superado las 4.000 toneladas por hectárea, lo que quiere decir que el promedio será bueno, dijo el titular de la Capeco.
La expectativa es alcanzar el volumen cosechado en la anterior campaña, que fue de 9.300.000 toneladas, reiteró Berea. Los sitios donde aún se debe cosechar son fundamentalmente algunas zonas de Itapúa, Alto Paraná y Caaguazú, citó el presidente del gremio. Agregó que en todos los departamentos "queda algo por cosechar".
Otra buena noticia para el sector, es que la plaga de la roya de la soja, que parecía en un principio bastante amenazante, fue finalmente controlada, mencionó Berea.
Superficie. Un aspecto positivo de la campaña, a criterio de Berea, es que se mantuvo la superficie plantada.
Tener que recurrir a cada vez mayor superficie para mejorar los rendimientos se considera un retroceso, debido a que el sector apunta a lograr optimizar el área plantada, explicó. Dijo que esto se logra con mejores variedades de semillas, principalmente.
Finalmente, informó que las plantaciones de maíz y soja zafriña marchan bien, sin retrasos.