"La situación es gravísima. Cuando bajen las aguas, cientos de pequeños y medianos chacareros no podrán recomponer la producción y lamentablemente muchos estarán obligados liquidar tambos, granjas avícolas, arrendar o vender sus tierras", expresó en un comunicado la FAA y tras insistir en la necesidad de realizar las "obras urgentes", advirtió que "nada de lo que se ha hecho hasta ahora cambió la situación de los afectados".
La entidad también mostró la preocupación "porque en marzo comienzan los vencimientos de los créditos bancarios y los cheques con que nos financiamos la siembra" y explicaron que, por la demora en aceptar el pedido de la Nación para declarar la emergencia agropecuaria en la provincia de Santa Fe, "las autoridades parecen comprender la magnitud de la tragedia, no sólo en términos económicos sino también sociales y productivos. La situación es gravísima para los pequeños y medianos productores intensivos de pollo, cerdo y hortalizas".
Estos conceptos están incluídos en un comunicado de las organizaciones de base que conforman el Distrito VII de la Federación Agraria Argentina, presidido por el pergaminense Jorge Solmi, y está integrado por filiales, centros juveniles agrarios, grupos de mujeres federadas y entidades adheridas pertenecientes al sur santafesino y norte de la provincia de Buenos Aires.
"Cuando se retiran las aguas lo hacen arrastrando a cientos de productores pequeños y medianos a los que les resulta imposible recomponer su producción y se ven en la obligación de liquidar tambos, granjas avícolas, arrendar o vender sus tierras a manos de quienes sí pueden continuar, ya que cuentan con la capacidad económica suficiente como para altear caminos, cavar zanjas, despejar cuentas y alcantarillas o limpiar canales, llevar comida a sus animales todos los días o refugiarlos en alguna loma arrendada", se explicó.
También se advirtió que en la provincia de Santa Fe "la respuesta del Estado viene siendo la misma desde hace mucho tiempo y nada ha cambiado en ese sentido: prórrogas de impuestos, esperas bancarias de bancos oficiales y pequeñas partidas de dinero".
"Las autoridades parecen no comprender la magnitud de la tragedia, no sólo en términos económicos sino también sociales y productivos. Las consecuencias de estos eventos climáticos representan un mazazo al desarrollo local y a la diversidad de producción y de productores", añadió el comunicado.
En ese marco, los productores nucleados en el Distrito II de la FAA, explicaron que "la Ley de Emergencia Agropecuaria es un buen instrumento, pero se le han vetado dos puntos que significaron amputarles órganos vitales y neutralizan la posibilidad de mayor aporte de las entidades bancarias. Por otro lado, el fondo de $ 500 millones, que se mantiene inalterable desde el 2009, es absolutamente insuficiente a la par de lo que los estados municipales, provinciales y nacional reciben por contribución de la producción y el trabajo del interior".
"Estas insuficiencias muestran la necesidad de complementar el sistema de Emergencia Agropecuaria con un Seguro Multiriesgo, a la par de aumentar sustancialmente las partidas destinadas a recomponer daños de manera integral", añadió el comunicado.
"Para ello es necesario dotar de las partidas adecuadas, y por supuesto, las obras de prevención que moderen los efectos, tanto de las inundaciones como de las sequias", enfatizó la FAA.
"Ha llegado el momento de no insistir como las mismas acciones si pretendemos resultados diferentes, y eso debe comenzar por fondos urgentes y suficientes para sostener a quienes se ven afectados, antes que un nuevo golpe de concentración de la producción y la triste contrapartida de excursión de familias agrarias sea una realidad irreversible", finalizaron los productores del norte bonaerense y sur de la provincia de Santa Fe.