La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) se pronunció en favor de dejar sin efecto el peso mínimo de faena. Para la cámara que agrupa a los frigoríficos de Córdoba y de Santa Fe, la prohibición de faena de animales con kilaje inferior a 300 kilos, no aporta beneficios de manera sustantiva y su control ha generado más distorsiones que aportes. Su presidente, Daniel Urcía, solicitó a la Subsecretaría de Ganadería de la Nación la revisión de la medida durante este año, en el marco del nuevo sistema de Tipificación y Clasificación.
Sin sustento técnico
Para Fifra, la norma establecida en 2006, y que tuvo una veintena de modificaciones, "elevó sin sustento técnico el peso de la categoría terneros hasta 99 kilos media res, que antes era hasta 73 kilos, según Resolución J-379 del 28/03/1973. Se limitó también a las categorías vaquillonas y novillitos a los pesos comprendidos entre 99 y 125 kilos media res, cuando antes vaquillonas estaban entre 73 y 113 kilos media res y novillitos entre 73 y 118 kilos media res", precisó la entidad.
Más kilos
Durante el año pasado, la faena de bovinos fue 500 mil cabezas menos que en 2015, lo que representa un caída de alrededor de un 4,3 por ciento. Pero en cuanto a la producción de kilogramos de carne, la disminución habría sido solo de un 3,6 por ciento según estimaciones del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva). "La menor diferencia se debe a que lentamente se está enviando a faena animales más pesados, aunque el grueso de la producción tiene como destino el mercado interno y por ende la faena de novillos no es todavía representativa y debería ser el objetivo a trabajar", destacó Urcía.
Recría
Para incentivar la producción de animales más pesados, Fifra propuso al Ministerio de Agroindustria de la Nación y a la Mesa de Ganados y Carnes del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Córdoba, el impulso de Fideicomisos Ganaderos para recría que vendrían a acelerar el proceso. A juicio de la industria, este instrumento permitiría a los productores participar mediante el aporte de hacienda y así hacerse de fondos sin necesidad de vender sus animales, comprometiéndose a recriarlos hasta alcanzar determinado peso y participar luego de los resultados del Fideicomiso de Recría.
