Rendimientos por hectárea superiores a los esperados, diversificación de cultivos, expectativas de una pronta reactivación del mercado de la maquinaria agrícola y de un impacto positivo en el comercio local. Estas previsiones optimistas en torno a la cosecha, que se escuchan en el ámbito de la Sociedad Rural de Pergamino (norte de la Provincia) contrastan con las preocupaciones que por estos días embargan a los productores del sur bonaerense: se nota, por caso, en Tres Arroyos, donde se habla de caída de la superficie sembrada a causa de la falta de lluvias, que también compromete a la soja que debería comenzar a sembrarse en estos días.
Este panorama de contrastes que vive la Provincia se produce en momentos en que en el país se espera una cosecha récord, según la previsión de distintos estudios privados.
La quita de retenciones para el maíz, el trigo y el girasol dispuesta por el gobierno mientras se reducían 5 puntos las de la soja, llevaron a una diversificación de cultivos que hizo que la superficie sembrada de trigo y maíz se extendiera en detrimento de la de soja (ver aparte).
Las consultoras indican que en todo el país se producirá un sensible crecimiento en la cosecha de trigo, que se estima podría pasar de los 10,9 a los 15 millones de toneladas.
Una evolución similar se espera para el caso del maíz. En este caso, el número de hectáreas sembradas alcanzó en esta oportunidad 4,7 millones, un 27% más que en la cosecha anterior.
En el caso del girasol, los datos manejados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que se sembraron 1,7 millones de hectáreas, 40% más que el año anterior.
"Si hablamos a nivel país la cosecha fina (avena, trigo, cebada, que todavía se están levantando) viene muy bien y se espera que sea récord. Pero si consideramos a la Provincia de Buenos Aires encontramos fuertes contrastes, con zonas del norte provincial como Pinto, Villegas, Pergamino o Arrecifes que obtienen muy altos rendimientos y una situación crítica en el sur bonaerense, en una zona que se puede ubicar en el mapa debajo de una linea imaginaria que va de Olavarría a Balcarce, debido a las heladas y sobre todo a la falta de lluvias", dice Matías de Velazco, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa CARBAP.
En esa zona se pudo sembrar muy poco de la cosecha gruesa (como soja, girasol y maíz) y también está comprometida la siembra de soja de segunda, cuya fecha límite en principio es el 5 de enero, ante la falta de lluvias.
Se habla allí de una "seca importante" caracterizada por lluvias escasas y muy dispersas que condicionaron todo el trabajo en el campo durante el año.
Las lluvias caídas hace alrededor de siete días provocaron un optimismo inicial en los productores de esa zona que no duró mucho: pronto se notó que habían sido insuficientes y algunos de los que se aventuraron a sembrar incluso perdieron semilla a causa de la falta de agua.
Ahora las expectativas de los productores de esa región de la Provincia están puestas en este domingo, día para el que el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó nuevas lluvias.
"Lo más probable es que se termine sembrando la soja prevista para este momento del año, pero que sea una siembra de riesgo, porque si bien se prevén lluvias, el productor está necesitando la caída de 50 milímetros y son muchos menos los que están previstos", dice el dirigente de CARBAP.
La previsión del SMN de que el verano será más seco que lo habitual, con un nivel de precipitaciones por debajo de lo normal, suma inquietudes a este panorama (ver aparte).
Por otra parte, aún en las áreas donde el clima acompañó hay otros dos factores que preocupan. El primero es la incidencia de la inflación en los costos de producción. El segundo, la caída de los precios internacionales de cultivos como la soja o el trigo.
Dentro de este panorama de contrastes, Alejandro Calderón, desde la Sociedad Rural de Pergamino se cuenta entre los que se muestran optimistas con los resultados de la cosecha.
"¿Si tendremos una cosecha récord? No me atrevería a generalizar, porque hay varios sectores de la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe que han tenido muchos problemas por la falta de lluvias. Pero en nuestra zona las perspectivas son de buenas a muy buenas", dice Calderón.
El dirigente afirma que uno de los factores que les permite ser optimistas es el acompañamiento del clima que les dio la posibilidad de sembrar en tiempo y forma. Eso, sumado a la decisión de los productores, que sembraron más trigo y maíz en detrimento de la soja, les permitió rotar cultivos y mejorar la calidad de suelos que venían muy agotados por tantos años de sembrar soja.
"El resultado es que obtuvimos trigos de muy buena calidad y mejores rindes por hectárea. Y si el año pasado el rendimiento promediaba los 3.000 a 3.500 kilos por hectárea, este año alcanzamos entre los 4.000 y los 4.500", dice Calderón, quien también menciona un incremento en la producción de maíz del 20% co relación al año pasado.
Para Calderón, las perspectivas son buenas y dice que ya se nota en el mercado de maquinaria agrícola, que se empieza a mover a partir de la inquietud de productores que buscan actualizar la tecnología aplicada en sus campos. También esperan que repercuta en el comercio local en general.
En Tres Arroyos, sur de la Provincia, el panorama que describe Eugenio Simonetti, presidente de la Sociedad Rural, es bien diferente. Dice que a causa de la falta de lluvias se adelantó mucho la cosecha de trigo, girasol, maíz y soja y aunque en algunos casos hubo rendimientos por hectárea que superaron a los del año anterior, la falta de lluvias hizo que mermara un 30% lo cosechado, al tiempo que peligra la producción de la soja de que debería sembrarse en estos días.
"Para nosotros no va a haber cosecha récord. A lo sumo, va a ser igual que el año pasado"., afirma.