Según una consultora, la provincia atraviesa una etapa de estancamiento, pero está entre los distritos del país con menor retroceso Los desempeños de las industrias del azúcar y del limón, favorecidas por los precios externos, mitigaron los efectos de la crisis
La recuperación de las industrias del azúcar y del limón, favorecidas por los precios de sus respectivos mercados internacionales, evitaron que Tucumán sufriera, con gravedad los efectos de la recesión económica. Si bien la provincia atraviesa una etapa de estancamiento de la actividad, al igual que el resto del país, la caída no fue tan dura como en otras provincias.
Según el Indicador Sintético de Actividad de las Provincias (ISAP), que elabora la consultora Federico Muñoz & asociados, Tucumán está en el lote de las provincias con menor retracción, ya que alcanzó una variación negativa del 2% en el segundo trimestre de este año, en relación a la misma etapa de 2015. Los registros de Tucumán están lejos, por ejemplo, de los que tuvo Santa Cruz, el distrito que más sufrió la recesión. Según el ISAP, la provincia patagónica cayó casi el 9% en su nivel de actividad.
El estudio señaló que casi la totalidad de las economías provinciales se encuentran en recesión. Los ISAP de casi todos los distritos registraron, al segundo trimestre del año, tres trimestres consecutivos de retroceso económico. Las excepciones fueron Córdoba y Santa Fe, que alcanzaron una expansión entre el tercer y el cuarto trimestre de 2015, levemente superior a la contracción del primer semestre de 2016. Tierra del Fuego, en tanto, presentó dos trimestres seguidos de recesión, mientras que San Juan acumuló, hasta el período analizado, cuatro trimestres de caída económica.
Vientos a favor
Según el índice ISAP, Tucumán figura en el lote de las provincias que menos sufrió la recesión. Esto se debe a que sus principales industrias, en especial el azúcar y el citrus, registraron este año precios favorables en el mercado internacional, lo cual impulsó las exportaciones en estos sectores. "Los factores externos hacen pensar que la recesión no pegó tan fuerte en Tucumán, como en otras provincias. Este año hubo un buen precio (internacional) del limón, lo cual ayudó al nivel de actividad. También se recuperó el precio interno del azúcar que, sin bien no llegó a ser el que esperan los productores, sirvió para recuperar al sector", analizó el economista tucumano, Pablo Pero, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT, y master en Análisis Económico por Barcelona Graduate School of Economics.
En diálogo con LA GACETA, el experto subrayó que el otro factor que mitigó el impacto de la recesión en Tucumán fue el nivel de los ajustes tarifarios en los servicios públicos de la luz y del gas. "Los reajustes fueron menores en comparación a los de Capital Federal", observó Pero. Además, mencionó los efectos del Plan Belgrano, el programa de inversiones en infraestructura que el Gobierno nacional prevé para el norte del país. "Si bien las obras todavía no empezaron con fuerza, el Gobierno trató de priorizar al norte y, en particular, a Tucumán, por ejemplo con las obras (de ampliación del área comercial) en el aeropuerto tucumano", remarcó Pero. En paralelo, subrayó que la provincia también se benefició con el aumento del 10% al 12% en el corte de bioetanol en las naftas. "Esto ayudó a la industria sucroalcoholera", insistió.
Consultado sobre las perspectivas futuras para la economía local, Pero recalcó que las estimaciones sobre el mercado global del azúcar indican que la demanda será mayor a la oferta. "Esto quiere decir que hay incentivos para que el precio se mantenga o para que suba. También está pendiente el ingreso del limón tucumano a Estados Unidos. Aunque la llegada de Donald Trump a la presidencia norteamericana pone algunas dudas, no creo que haga caer las negociaciones (que avanzaron en la gestión de Barack Obama)", proyectó el economista.
"La clave para la recuperación económica está en el consumo"
La economía argentina cayó en recesión porque había que hacer ajustes para resolver problemas centrales como el atraso del tipo de cambio y los elevados subsidios a las tarifas de los servicios públicos. Así lo explicó el economista, Federico Muñoz, director de la consultora Federico Muñoz & Asociados, que elabora el Indicador Sintético de Actividad de las Provincias (ISAP). El experto mencionó, además, los efectos negativos que provocó la salida del cepo cambiario, aquellas restricciones para acceder a divisas que había instaurado la administración kirchnerista. "Dejar atrás el cepo era necesario, aunque provocó una aceleración de la inflación que contrajo los salarios y el consumo interno. Esto derivó en la actual recesión de la economía", explicó a LA GACETA.
Aunque aclaró que se trata de una estimación preliminar, Muñoz sostuvo que en el tercer trimestre de este año la actividad económica dejó de caer, aunque sigue en recesión. "No hubo un repunte, por lo tanto cuesta encontrar los brotes verdes. La reactivación llegará el año que viene, pero está demorando", advirtió el experto.
Finalmente, manifestó que la puesta en marcha de los programa de obra pública, como el Plan Belgrano, el blanqueo de capitales y los dólares que aporten las exportaciones del agro son alicientes que ayudarán a que la economía se recupere. Sin embargo, insistió en que la clave de la recuperación estará en la estabilización de los ingresos. "En los últimos años, la inflación subió más que los salarios. Esto generó una fuerte caída del consumo. Ahora, la inflación comenzó a desacelerar, aunque todavía los salarios no se recuperan. El repunte de la demanda interna será la clave para dejar atrás la recesión", concluyó Muñoz.
