El triunfo del candidato republicano Donald Trump en las elecciones "mató" la posibilidad de avanzar en el acuerdo de libre comercio del transpacífico (TPP) y, por lo tanto, eso demorará el regreso de la carne argentina a los Estados Unidos.
Así lo expresó a LA NACION desde Washington el experto en comercio internacional del prestigioso think tank Peterson Institute for International Economics Cullen Hendrix.
Hendrix advirtió también que el efecto de la política económica de Trump será "severo" sobre la Argentina, en términos de encarecimiento del financiamiento y de acceso a los mercados.
Se podría complicar el regreso de las carnes argentinas a los Estados Unidos
Se podría complicar el regreso de las carnes argentinas a los Estados Unidos. Foto: Archivo
-¿Cree que es posible para Trump renegociar el Nafta?
-Sí. La Constitución de Estados Unidos le otorga al presidente un poder significativo sobre los asuntos externos. El capítulo 22 del Nafta les da a los países firmantes el poder de retirarse del acuerdo avisando con una anticipación de seis meses. En ese momento el presidente Trump puede elevar los aranceles a los bienes de Canadá y México a los niveles de naciones más favorecidas. Si quisiera elevarlos al 35%, como dijo en el pasado, necesitaría el acuerdo del Congreso y encontraría significativa oposición. De todos modos, lo importante es que Trump tendrá una gran libertad de acción para afectar las relaciones con los socios del Nafta.
-¿Hay alguna chance de implementar el acuerdo de libre comercio del transpacífico (TPP)?
-El acuerdo está muerto. Armar una coalición en torno del TPP requeriría un delicado equilibrio bajo circunstancias de mucha dificultad.
-¿Espera una guerra de aranceles con China?
-Es difícil saberlo. Mucho dependerá de que las firmas cuya producción depende de China -cuyo tango va desde gigantes como Apple y Qualcomm hasta productores de autos- sean capaces de convencer al nuevo presidente de retroceder en su retórica respecto de este tema. Como con el Nafta, al menos en el corto plazo, el presidente tiene facultades para adoptar políticas proteccionistas. Pero esto seguramente será recíproco. Y una guerra comercial podría provocar una recesión y costar millones de empleos en Estados Unidos y en China. Dado que ambos países son casi un tercio del PBI mundial, una guerra comercial entre ambos sin dudas afectaría las perspectivas globales.
-¿Más proteccionismo significa menos crecimiento para la economía global?
-Sí, eso es claro. En Estados Unidos, creciente proteccionismo puede ser compensado en el corto plazo por desarrollo de la infraestructura, pero la perspectiva en el crecimiento sería severa. El precio de las materias primas también en el corto plazo puede crecer por la debilidad del dólar y la demanda por bienes para infraestructura, pero estas ganancias serán compensadas por una caída en la demanda global siguiendo una mayor desaceleración económica.
-¿Cuál sería el efecto de las políticas comerciales de Trump sobre países emergentes como la Argentina?
-Sería severo. El proteccionismo y una desaceleración de Estados Unidos suprimiría la demanda en este país por bienes argentinos. Este efecto puede compensarse con un dólar más débil, lo que haría subir el precio de las materias primas, pero las presiones inflacionarias en los Estados Unidos llevarán a mayores tasas de interés y mayor costo del financiamiento para las economías emergentes.
-¿Es posible para la Argentina que pueda volver a exportar limones y carne a los Estados Unidos?
-La Argentina tal vez sea una víctima de la caída del proyecto del TPP. Los exportadores de carne de Estados Unidos estaban esperando grandes ganancias en términos del acceso al mercado de Asia, lo que ayudaba a compensar las preocupaciones en torno del regreso de las importaciones de Argentina y Brasil. Si esas ganancias desaparecen por las trabas al TPP, esperaría más oposición doméstica a las importaciones argentinas a los Estados Unidos.
-¿Reconocerá Estados Unidos a China como economía de mercado el mes próximo?
-Es poco probable. Dada la retórica de Trump durante la campaña, en la que el acusó varias veces a China de tomar ventaja del mercado americano, creo que no cambiará de postura, dado que eso requeriría que Estados Unidos retirara 266 cargos de antidumping contra productos de acero chinos. Y más allá de la retórica, esta posición sería muy consistente con la que mantuvo la administración Obama.