Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, los Frentes Parlamentarios contra el Hambre son clave para hacer cumplir los compromisos del Acuerdos de París y la Conferencia de las Partes COP 22, especialmente aquellos estrechamente relacionados con lucha contra el hambre y la malnutrición.
"Los parlamentos pueden hacer una contribución importante a la lucha contra el cambio climático, ajustando las leyes nacionales a los estándares internacionales y facilitando la implementación de los acuerdos globales", explicó Tito Diaz, Coordinador de la FAO para Mesoamérica.
Además, los parlamentarios pueden establecer los marcos institucionales y presupuestos que la mitigación y adaptación al cambio climático requieren y ligar estos esfuerzos a las políticas de lucha contra el hambre.
En la actualidad, por ejemplo, el Parlamento Latinoamericano y Caribeño está trabajando para crear una Ley Modelo sobre Cambio climático y seguridad alimentaria y nutricional, mientras que Parlamento Centroamericano está apoyando una ley marco que de orientaciones en esta materia a los países de Centroamérica.
Los frentes parlamentarios también pueden tener una gran influencia al apoyar la gobernanza para el uso sostenible de los recursos naturales y el fortalecimiento de los medios de vida, dos aspectos que serán fundamentales para que los países enfrenten el cambio climático.
"Se requiere trabajar por un nuevo modelo agroalimentario que al mismo tiempo que alimente toda la población, lo haga de una manera saludable y sostenible, contribuyendo además a la adaptación al cambio climático y su mitigación", señaló la coordinadora general de los Frentes Parlamentarios contra el Hambre de ALC, María Augusta Calle, en la inauguración del Foro, que se realiza desde hoy hasta el 11 de noviembre, en Ciudad de México.
Erradicar el hambre en América Latina y el Caribe
A 7 años del primer Foro de los Frentes Parlamentarios contra el Hambre de América Latina y el Caribe, esta red ha puesto el derecho humano a la alimentación en lo más alto de la agenda política regional.
Recientemente, Honduras y República Dominicana aprobaron sus respectivas leyes de seguridad y alimentaria y derecho a la alimentación, mientras que El Salvador, México, Perú, Costa Rica y Colombia, avanzan la discusión de proyectos de ley en la misma materia.
La presidenta del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO), Blanca Alcalá, destacó que dicho organismo está ad portas de adoptar una ley modelo de orden regional sobre agricultura familiar, ya aprobada por su Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Además, destacó que los frentes parlamentarios están desarrollando una propuesta conceptual de soberanía alimentaria basada en las experiencias legislativas de quince países de la región.
Las leyes nacionales sirven como marcos legales para dar sostenibilidad a la lucha contra el hambre y la malnutrición, y apoyan el principal compromiso político regional de esta naturaleza: el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, que ha fijado el año 2025 como la meta para lograr la plena erradicación de la subalimentación en la región.
Parlamentarios de diversas regionales unen sus esfuerzos
En los últimos años, las cortes de España, la nueva Alianza en el Parlamento Europeo de Lucha contra el Hambre y la Alianza Parlamentaria Panafricana para la seguridad alimentaria y nutricional se han convertido en socios estratégicos del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe.
La presidenta del Parlamento Panafricano, Bernadette Lahai, señaló que los frentes contra el hambre representan "una ruta de inspiración, aprendizajes y nuevos desafíos".
Legumbres contra el hambre y el cambio climático
Durante el Foro, los parlamentarios dieron a conocer su intención de promover la producción y consumo de legumbres en la región.
La Embajadora Especial de la FAO para el Año Internacional de las Legumbres, Patricia Juárez, expuso ante el foro sobre los efectos positivos de las legumbres en la lucha cambio climático y el hambre.
Según la Embajadora, las legumbres fijan nitrógeno en el suelo, mejorando su salud y permitiendo un menor uso de fertilizantes y agroquímicos. En 2014 se cultivaron 85 millones de hectáreas de legumbres a nivel mundial, que fijaron de 3 a 6 toneladas de nitrógeno. Por consecuencia, las legumbres contribuyen a un uso racional de fertilizantes, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero.