El mercado ganadero televisado celebró con su remate de octubre los ocho años de funcionamiento, con eventos mensuales instalados. Las categorías de invernada mostraron buena demanda y mejores precios, mientras que el vientre continúa esperando su momento.
Con una nueva subastal, el Rosgan celebró la semana pasada sus ocho años. Entre el miércoles y jueves pasados, el único mercado ganadero televisado de Argentina ofertó casi 19.000 cabezas ante la presencia de numerosos compradores que acompañaron al mercado en esta fecha especial, donde se dieron precios más que satisfactorios en todas las categorías.
Este nuevo aniversario, donde se estrenó nueva escenografía, comenzó con un acto donde el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alberto Padoán, destacó que "hoy podemos decir con orgullo que Rosgan cumplió ampliamente las expectativas más optimistas. Superó épocas duras para el sector y mostró que no estábamos equivocados. Y eso fue posible gracias a nuestros socios consignatarios, al paraguas de una institución de 132 años como la Bolsa y a un medio de comunicación de amplia cobertura nacional y a todos los que pusieron el hombro en favor de esta iniciativa".
Tras el acto, comenzó la subasta con 18.923 cabezas que fueron colocadas tras la demanda de los feedloteros e invernadores tradicionales que siguen buscando lotes para reponer sus ventas. Raúl Milano, director Ejecutivo de Rosgan, analizó que "la invernada estuvo firme, los precios mantuvieron valores sostenidos debiendo destacarse un incremento en la demanda de las terneras, seguramente como resultado de los escasos lotes y de muy buena calidad que estaban a la venta. Asimismo la puja de los sistemas de confinamiento fue importante mostrando como el interés por mantener relativamente completos los corrales se sostiene apostando a una mejora de precios por la demanda estacional, dejando de lado la relativa quietud de estos momentos en el gordo resultado de la abundante oferta y tenue demanda del consumidor".
En lo que respecta a los vientres, Milano cree que su comportamiento ha sido "casi un calco en todos los remates, es una mercadería con escasa demanda, solamente a precios muy acomodados aparecen los inversores pero esa no es la expectativa de los remitentes que esperan mejores precios por su genética y calidad".