En el día Mundial de la Alimentación, el pontífice instó a defenderse "de la lógica del consumo y la producción a cualquier precio, una lógica que, envuelta en una buena justificación -como abordar el aumento de la población-, está destinada en realidad únicamente al aumento de los beneficios".
En un mensaje especial leído en el acto por el Día Mundial de la Alimentación organizado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas por la Alimentación y la Agricultura) en Roma, el Papa Francisco vinculó el impacto del cambio climático en los campos de cultivo, las pesquerías y los bosques del planeta a la migración de personas de las zonas rurales de los países en desarrollo. "Los datos más recientes nos dicen que el número de refugiados climáticos está creciendo, engrosando las filas de los excluidos y olvidados, que están siendo marginados de la gran familia humana", denunció.
El pontífice señaló que un número cada vez mayor de actores de la agricultura "creen que son omnipotentes, o son capaces de ignorar los ciclos de las estaciones y de modificar en forma indebida las diversas especies animales y vegetales, lo que lleva a la pérdida de diversidad que, si existe en la naturaleza, tiene y debe tener su papel".
Para el Papa, lo que puede "dar excelentes resultados en el laboratorio puede ser ventajoso para algunos, pero puede tener efectos desastrosos para los demás". Y agregó que el mundo debería depender más de la sabiduría que los agricultores, pescadores y campesinos, ya que "conservan un saber inmemorial transmitido de generación en generación".
"De la sabiduría de las comunidades rurales podemos aprender un estilo de vida que nos puede servir para defendernos de la lógica del consumo y la producción a cualquier precio, una lógica que, envuelta en una buena justificación -como abordar el aumento de la población-, está destinada en realidad únicamente al aumento de los beneficios", criticó.