Como parte de una estrategia que busca no sólo concientizar sino también aportar otro tipo de coberturas para la producción agropecuaria, el Ministerio de Agroindustria busca lanzar al mercado un seguro cuya prima será subsidiada en parte por el Estado, un modelo que ya es aplicado por otros países como los Estados Unidos.
El costo sería financiado en parte por el Banco Mundial. El objetivo es activar un sector que hoy no cubre todas las necesidades del productor.
Actualmente de las 33 millones de hectáreas destinadas a la actividad agrícola, el 90% se cubre contra granizo, y el resto con seguro multiriesgo. De este dato se destaca que el hombre de campo prefiere una cobertura de daños específicos. Ya sea contra: granizo, helada, viento, entre otros.
Sin embargo, el problema actual del mercado tiene que ver con las primas. Que no es otra que el pago que el asegurado hace a cambio de obtener la cobertura.
En ese sentido Agroindustria trabaja en tres áreas específicas.
Una de ella es precisamente la prima que con el asesoramiento del Banco Mundial se diseña un seguro para eventos de mediana recurrencia o bajo impacto el cual no está contemplado en la ley de emergencia agropecuaria. Para esto se está recabando información en el armado de un mapa de aquellas zonas aptas y no aptas a la hora de hacer una determinada producción. A esto se le agregaran los datos históricos de zonas que han sido afectadas en los últimos años por la inclemencia del clima.
Al respecto el subsecretario de Coordinación Política, Hugo Rossi sostuvo que si bien "todavía no se decidido que tipo de productor será subsidiado", adelantó que "este año se hará una prueba piloto en una producción frutihortícola para ver cómo funciona, pero la idea es implementarlo para la próxima campaña".
"Entendemos que el Estado ha venido entregando dinero muy tarde y mal, es por eso que subsidiando las primas a los productores es una forma de que se garanticen la producción nacional. De esta forma no se pone en riesgo el área de siembra o los vientres en las ganadería y se logra un eficiente gasto público", dijo Rossi.
En segundo lugar se está diseñando un plan de prevención para eventos de alta recurrencia enfocado en los desbordes de los ríos como el Paraná que afecta a localidades de San Fe y Entre Ríos. En este caso se realizarán pequeñas obras como caminos, canales y compuertas. En aquellas zonas de sequías se están armando dos tipos de asistencias: almacenamiento de agua a través de pozos y la canalización, para llevar agua. En el Cuyo, donde sufre la caída de granizo se van colocar mallas para que las producciones como la vid no se arruinen. Todo sea hará con parte de los $500 millones previstos en la ley de emergencia agropecuaria.
La idea de Agroindustria es hacerlo en un plazo no mayor a los 5 años.
Por último, se mantendrá una parte del fondo anticíclico como ayuda para la emergencia.