El jefe de Gabinete, Marcos Peña, admitió ayer en declaraciones a la prensa que el Gobierno está analizando postergar la baja del 5% a las retenciones de la soja prometida para el ciclo 2016/2017.
"Se está discutiendo. No hay nada decidido aún", aseguró el funcionario.
Desde hace varias semanas se especula con esta posibilidad y mientras Luis Picat, presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, asegura que la dirigencia rural está dispuesta a esperar, desde CRA y SRA prefirieron no tomar ninguna posición pero en la otra vereda un grupo de productores autoconvocados emitió ayer un comunicado en el que piden claramente que se eliminen las retenciones "porque las promesas se hicieron para ser cumplidas", detallaron.
En una listado en el que explican los motivos de su reclamo, cierran con contundencia: "Porque creemos en la libertad proponemos la creación de un listado público, donde aquellos que no comparten nuestro punto de vista se anoten y después de cobrar lo que legítimamente les corresponde por su producción lo depositen en el Estado (o lo donen a Cáritas si les parece)", y de esta manera dejan en claro que no están dispuestos a esperar por la baja de retenciones.
Pero esto no termina aquí ya que el diputado Juan Casañas aseguró que si se demora la baja del impuesto habría que compensar el flete o por otra vía a los agricultores de las provincias del Norte.
"Los productores recibieron promesas sobre la baja de retenciones a la soja durante la campaña electoral que empezaron a cumplirse en diciembre pasado pero ahora se pondrían en suspenso, a días del inicio de la siembra. La realidad de la Pampa Húmeda es bien diferente a la del NOA. Aquí hubo varias sequías en años anteriores y muchos productores siguen endeudados, sin financiación para la próxima campaña. Si por la situación del país debe aplazarse la baja de retenciones, podemos retomar las discusiones sobre distintas alternativas para la compensación por fletes, que fue una de las propuestas del Presidente para el agro, durante la campaña", concluyó.
De esta manera el Gobierno suma un nuevo frente de conflicto con el campo que se agrega a los reclamos del sector tambero y frutihortícola que por el momento no encontraron respuesta.