"Algún tipo de subsidio o compensación por la distancia al puerto. La soja es el cultivo de la rotación que históricamente dejaba un margen y compensaba las pérdidas en los otros cultivos; la suba en los costos de producción y el incremento de los costos de logística hacen que sea inviable, en cualquiera de los escenarios que estamos manejando, por arriba de los 700 kilómetros de los puertos.
Es importante entonces que pensemos en la forma de que la soja pueda ser rentable en el NOA y en el NEA como para sostener todas las otras actividades de la agricultura extensiva, Además, como es el cultivo del cual seguiremos teniendo retenciones por unos años más, lo recuperaremos por ese lado en el mismo año".
Esta promesa –documentada en el Plan Belgrano para el Norte Argentino– fue realizada, en plena compaña política, por el entonces candidato Mauricio Macri a comienzos de octubre del año pasado. Y que, ahora como presidente, aún no cumplió.
En el actual contexto –en el cual el actual equipo de gobierno decidió continuar con la mayor parte del gasto público heredado del kirchnerismo– es prácticamente inviable la posibilidad de que haya nuevos recortes al derecho de exportación vigente sobre el poroto (30%) y harina y aceite de soja (27%).
La realidad es que, a causa la extrema sojización promovida el régimen kirchnerista, las retenciones a la soja son necesarias en la región pampeana argentina para mejorar la competitividad de las gramíneas y evitar un colapso agroeconómico.
Pero en el norte del país la situación es bastante diferente porque el peso de las retenciones, sumado al costo estratosférico de los fletes, hace virtualmente inviable el cultivo de soja en campo arrendado (o en campo propio considerando el valor de oportunidad de la tierra).
La única manera de compensar ese desequilibrio –no se derrama una gota de "valor agregado en origen" a los productores porque las agroindustrias del NOA y NEA compran granos como si los compraran en Rosario– es pagar un subsidio al flete, el cual –¡sorpresa!– fue una promesa de campaña de Macri.
Con los precios actuales del maíz y la soja disponible Rosario (2470 y 4060 $/tonelada), el flete indicativo para transportar ambos granos desde Charata (Chaco) hasta las terminales portuarias rosarinas equivale a 32% del valor del maíz y 20% del valor de la soja. Esa misma cuenta, pero desde Metán (Salta), arroja una proporción del 38% y 23% respectivamente.