En la Argentina, la producción de cerdos está muy relacionada con la utilización de tecnologías, altos volúmenes de cereales y fuentes proteicas derivados de las industrias. De allí que la producción comercial en escala se concentre cerca de grandes ciudades y puertos. En contrapartida, las zonas marginales dependen de los fletes y materias primas que inciden directamente en los costos de la producción. Técnicos del INTA proponen fuentes alternativas de energía nutricional que puedan sustituir al maíz.
De acuerdo con Miguel Ángel Acosta Sosa –técnico del INTA Colonia Benítez, Chaco–, "Misiones, Formosa, Corrientes y parte del Chaco son zonas de pequeños productores porcinos con un gran potencial pero, con una fuerte dependencia de materias primas provenientes de zonas maiceras y sojeras".
En este sentido, Acosta Sosa explicó que "hay una búsqueda constante de fuentes alternativas de energía nutricional que pueden sustituir parcial o totalmente al maíz y, a la vez, permiten disminuir los costos de producción y la dependencia".
A tal fin, Acosta Sosa recomendó que los pequeños productores familiares de cerdos alimenten a sus animales con materias primas de la huerta. "Si bien requerirá un mayor esfuerzo y tiempo para alcanzar el peso a faena, los costos serán menores, lo que le permitirá una mayor rentabilidad", advirtió.
Además, invitó a los productores a incrementar la productividad porcina regional mediante el cultivo de otras especies forrajeras capaces de reemplazar los componentes tradicionales en las raciones balanceadas, como la harina de batata o de mandioca, subproductos del arroz e incluso algunas frutas como la banana deshidratada.
El cerdo es un animal omnívoro y monogástrico que requiere alimentos concentrados, equilibrados y de alta digestibilidad para expresar su potencial productivo. "De todos modos, –indicó el especialista– se puede incorporar, al diseño de formulaciones de dietas, recursos no tradicionales como la mandioca o los subproductos de la piscicultura".
Recursos poco tradicionales, la opción
La batata es un cultivo altamente rendidor, con cifras promedio de entre 6 mil y 7 mil kilos por hectárea. "De esta alternativa se puede aprovechar la raíz y el follaje", explicó el técnico. Además, por tratarse de un alimento de fácil digestión, rico en carbohidratos solubles y con suficientes vitaminas, sirve para cubrir parcialmente los requerimientos nutricionales energéticos. "Es uno de los cultivos energéticos más completos", aseguró.
En algunas experiencias en la alimentación de cerdos, se determinó que es factible reemplazar hasta 50 % del sorgo o del maíz con harina de batata no encontrando diferencias significativas con los alimentos tradicionales en animales en terminación. Esto mejora los parámetros productivos y económicos, sin alterar la calidad de la carne.
A su vez, el técnico se refirió al arroz como un cultivo de alto rendimiento nacional con producciones que supera la demanda para el consumo interno. Así, el arroz de segunda (quebrado o manchado) es considerado de descarte y posee el 89 % de materia seca, el 7% de proteína cruda, el 5,5% de proteína digestible, energía metabolizable, calcio y fósforo fácil almacenamiento, sin componentes anti nutricionales y produce subproductos aprovechables en la producción animal.
Por su parte, la mandioca o yuca, es un tubérculo energético proveedora de almidón. Las experiencias admiten sustitución de harina de mandioca secada al sol por encima del 50 % del maíz, sin diferencias significativas en la conversión y calidad de res.
Para incluirlos en dietas para cerdos, el especialista explicó que "si bien pueden sustituir gran parte al maíz, deben estar acompañadas por un suplemento proteico y vitamínico mineral adecuado" y agregó que las desventajas de la yuca son la cosecha, su almacenamiento y, sobre todo, el procesamiento para la elaboración de harinas.