El temor al azúcar de Brasil volvió después de casi 25 años. Los ingenios y las entidades cañeras del país se unieron en un mismo reclamo y rechazaron ayer la inclusión de este producto en la oferta comercial del Mercosur presentada a la Unión Europea (UE), en el marco de la negociación por un acuerdo de libre comercio entre los bloques. El sector planteó ante el Gobierno nacional que la aprobación de ese catálogo de bienes de intercambio obligaría la eliminación de la "protección arancelaria" en el país ante el ingreso del azúcar del gigante regional, lo que llevaría a la "desaparición" de la actividad nacional.
Los industriales y los productores cañeros, y todos los agentes del arco azucarero, se enteraron hace unas semanas que el azúcar estaba en la lista establecida por la administración de Cristina Fernández y del gobierno brasileño, como parte de la negociación de mercado libre con el unión económica europea. "Aquí, hubo una propuesta de Brasil y la aceptación de Argentina. Esa lista fue confeccionada por el gobierno anterior. Y El modus operandi fue negociar los acuerdos a espaldas del sector privado argentino", dijo una alta fuente de la agroindustria azucarera, quien pidió que su nombre se mantenga en reserva. Según se supo, los productos alcanzan a decenas de productos.
El inicio de la negociación entre ambos bloques data de fines de la década de los 90. Tras un largo parate, la idea del acuerdo comercial, que incluye la eliminación barreras comerciales o reducción de alícuotas aduaneras, entre otras medidas, fue retomada en los últimos años. Con la administración de Mauricio Macri, el acuerdo bilateral adquirió mayor empuje. En ese escenario, industriales y cañeros conocieron que el azúcar formaba parte ya de la oferta del Mercosur por supuesta presión de Brasil.
En plena reunión de la Mesa Sucroalcoholera, que se realizó ayer en Buenos Aires, los referentes azucareros presentaron ante autoridades de los ministerios de Agroindustria y de Ambiente y Desarrollo Sustentable y del Plan Belgrano un documento conjunto que confirmó el pedido de retirar la participación del commoditie en un posible acuerdo del Mercosur, y que no haya cambio en el régimen aduanero vigente. También advirtieron sobre el impacto que podría tener esta decisión: comprometerá la continuidad de los puestos de trabajo y medios de subsistencia de unas 100.000 familias en el NOA y generará incertidumbre en el arco azucarero, afectando la continuidad de los planes empresariales (inversión y producción), entre otras consecuencias.
El sector remarcó que el azúcar no se encuentra incluida en la oferta presentada por la UE, lo que "demostró falta de voluntad de ese bloque de negociar la apertura comercial para el producto". Mientras que "la propuesta Mercosur propuso una reducción gradual del AEC (Arancel Externo Común) del azúcar hasta su eliminación total en un plazo de 15 años, con un período de gracia para las importaciones provenientes de la UE".
La inclusión en la oferta del bloque del cono sur, de ser aprobado por la Nación requeriría la derogación de la leyes 24.822 y 25.715 que fijan un derecho adicional a las importaciones de azúcar de caña o de remolacha y sacarosa. "Resulta una situación asimétrica dadas las distorsiones presentes tanto en Brasil como en la UE", dijo la presentación. Los azucareros dejaron en claro que la escala de producción de Brasil es 20 veces mayor a la de Argentina. La proyección de producción de Brasil se elevó a 38,1 millones de toneladas de azúcar para la zafra 2016-2017. En el país, superaría 2 millones de toneladas.
"El compromiso del Gobierno nacional es que no se tome ninguna medida que perjudique a la industria azucarera, sino todo lo contrario, que impulse el desarrollo de la industria sucroalcoholera, dijo José Cano, referente del Plan Belgrano.
En Agroindustria informaron que el titular de la cartera, Ricardo Buryaile, solicitó a la canciller Susana Malcorra que gestione, dentro de la negociación regional y con la UE, la exclusión del azúcar de la oferta del Mercosur.
