El Gobierno nacional oficializó la suba del 23,22% en la tarifa única nacional del transporte de cargas de granos, que pasó a costar 90 pesos por tonelada transportada para los primeros diez kilómetros de flete.
El laudo del Estado nacional se dio después de varios días de negociación y tensión entre las partes. Por un lado estuvieron la Federación de Transportistas Argentinos (Fetra) y la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), mientras que la contraparte estuvo compuesta por las entidades del campo y las cámara de acopiadores.
Tras un paro de los transportistas que se extendió por espacio de cuatro días, que paralizó el tráfico de granos y la actividad portuaria casi por completo y que comenzó a afectar la provisión de combustibles en ciudades del interior, el Gobierno nacional decidió laudar en la negociación y estableció el precio que fue oficializado hoy, que se ubicó 4 pesos por encima de la oferta de las entidades patronales y 7 pesos por debajo del valor reclamado por los fleteros.
"Nosotros creemos que este nuevo precio nos va ayudar a pelear la situación actual, que hará que por lo menos no trabajemos a pérdida", dijo el vicepresidente de Fetra, Pablo Agolanti, quien ponderó la negociación llevada a cabo por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
Pablo Agolanti, de Fetra: "Nosotros creemos que este nuevo precio nos va ayudar a pelear la situación actual, que hará que por lo menos no trabajemos a pérdida".
"Tuvimos aumentos brutales en los costos y desde el agro no quisieron arreglar, al igual que en las negociaciones de febrero, por eso nos empujaron hacia un paro", indicó Agolanti, y avisó que "si siguen los aumentos que vivimos hasta el momento, para la cosecha de trigo o la próxima cosecha gruesa, es posible que tengamos que sentarnos a discutir una nueva tarifa".
El vicepresidente de la federación transportista consideró que deben ajustarse algunas "complicaciones" en lo que concierne al transporte de granos: "La primera asimetría que se tiene que corregir es que el transportista cobre en el mismo momento que cobra el productor. O sea, a 7 días de plazo y no a 45 días como lo hacemos nosotros y ahí sí vamos a reducir costos".
"El productor te da un cheque para cobrar a 45 días. Pero el gasoil lo tenes que poner en el momento para transportar la carga, así que te tenés que ir a un banco o a una mutual a cambiar ese cheque para poder trabajar y los intereses que te cobran son altísimos, que van de 2 a 4 puntos por encima de un banco. Por eso, cuando dicen que el flete es caro, se tienen que tomar en cuenta este tipo de cosas", explicó.
Por último, Agolanti manifestó que "las negociaciones tendrían que ser con el productor, que es el que paga el flete, y el transportista, que es el que lo realiza. Así tendría que ser la mesa de negociación".
Por su parte, el presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas, Dardo Chiesa, aseguró que desde su entidad no estuvieron de acuerdo en las negociaciones "ni con la forma ni con el aumento".
"El primer punto que hay que aclarar es que nosotros no estamos de acuerdo con una tarifa a nivel nacional, porque es algo que se tiene que acordar a nivel regional. Siempre se arregló a nivel provincial. De hecho, ayer Córdoba estaba arreglando tarifas por debajo de lo que se decidió acá", sostuvo Chiesa.
"Está tarifa es confiscatoria, porque un camión cargado de cebada se lleva el 40% del valor de lo que carga, por ejemplo", agregó el dirigente de CRA, quien recordó que a la hora de las negociaciones "propusimos aumentar hasta igualar la tarifa de la provincia de Buenos Aires", que es de 86 pesos.
"Además hay que remarcar que nunca arreglamos tarifas en época de cosecha, siempre se realizan antes de la siembra" y que los transportistas "empezaron a usar una metodología extorsiva, porque no se puede negociar con los camiones en la ruta", finalizó Chiesa.