Luego de finalizada la reunión de las autoridades nacionales, en el marco del Consejo Federal Agropecuario, el Secretario de Agricultura, Ricardo Negri, recibió un grupo de productores de diferentes economías de la agroindustria de Mendoza.
Carlos Iannizzotto, presidente de ACOVI, destacó los datos vitivinícolas sobre la cosecha y la producción y los efectos adversos del clima sobre los mismos. Se estima se cosechó el equivalente a un 70% de la superficie implantada con viñedos, es decir que se perdió producción en unas 70.000 has. El daño ha sido importante, algunas con daño total, otras con daños parciales. Según datos oficiales, el sector fue el más afectado con más de 22.000 has. con pérdidas totales (un 10% del total de la superficie cultivada).
En cuanto a valores monetarios las pérdidas por daños totales suman $ 1.147 millones, aproximadamente un 42% de la pérdida estimada para el total de la provincia teniendo en cuenta otros cultivos. Si a esto se le suma los otros daños parciales y merma de cosecha, el perjuicio económico rondaría los $ 1.750 millones.
En cuanto al tema energético hay que destacar que Mendoza es una de las provincias más afectadas por la cantidad de usuarios regantes con pozo. El costo energético pasó de representar aprox. 3% de la estructura de costos totales a un 11% (fuente IDR). El aumento promedio en facturación: 215% para casos con potencia contratada de hasta 300 KV.
En promedio, según datos de la Bolsa de Comercio, la tonificación de precios de vino (tanto blanco como tinto) ha sido de casi un 85% en lo que va del 2016. Esta suba no logra compensar el alza tarifaria.
En cuanto al flete y según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino para el año 2014, el impacto que tiene para subir a bordo los contenedores de vino fraccionado es del 7% comparándolo con el precio promedio de la caja de vino; del 16% confrontándolo con el precio promedio del litro de vino argentino a granel y del 9% respecto del valor promedio de la tonelada de jugo concentrado de uva.
Estos son los datos y los puntos destacados enumerados a las autoridades nacionales.
1-Revisión de las políticas en materia de energía eléctrica, observando el mecanismo de subsidio agrícola, ya que con los aumentos sorpresivos y de shock que se llevaron a cabo, el subsidio agrícola quedó desactualizado, con una partida presupuestaria que no alcanza a beneficiar a todo el padrón de regantes agrícolas. Se sugiere un mecanismo progresivo, que beneficie en mayor medida al pequeño productor, con premios para aquellos que ahorren o sean eficientes con el uso de energía.
2-Orientación del crédito a las economías regionales, con tasas blandas y plazos acordes al ciclo productivo y a la actividad.
3-Obra pública que mejore caminos y rutas, de forma de abaratar costos en materia de fletes. Subsidios a las economías regionales más afectadas por las distancias (caso Mendoza) de forma de propiciar una mejora en la competitividad de los productos argentinos frente al resto del mundo.
4-Política de comercio exterior con mirada puesta en la industria nacional, con políticas de aranceles que fortalezcan la producción nacional y moderen el ingreso de productos que compitan directamente con la industria local y con las economías regionales.
5-Revisión de políticas en el marco territorial (Ley de Reordenamiento Territorial), regulando la protección de las unidades productivas, de forma de evitar la desaparición de las mismas en pos de emprendimientos inmobiliarios.
6-Evitar mediante regulación pública, la concentración del sector en manos de grandes grupos económicos de capital nacional como extranjero, con revisión del decreto de flexibilización de compra de tierra rural a extranjeros. Promover desde la agenda pública el modelo de asociativismo en el sector primario.
7-Destinar partida presupuestaria ya establecida por Ley a la Lucha de la plaga de la Lobesia Botrana.
8-Tratamiento prioritario y sanción del proyecto de Ley de Jugos.
9-Implementación de seguro multi-riesgos para la producción primaria.