Las exportaciones de maíz de Estados Unidos han superado a las del año pasado porque las crecientes compras de México han ayudado a compensar la débil demanda de clientes tradicionales de Asia como Corea del Sur y Japón.
Ahora, México está en camino a superar a Japón como el mayor importador de maíz estadounidense, desplazando al país que ha ocupado ese lugar desde mediados de la década de 1980 y situándose en la posición por primera vez.
El cambio muestra cómo Estados Unidos, que alguna vez fue la única superpotencia del comercio granos, está dependiendo más de su vecino del sur para que absorba crecientes existencias de maíz, ante el avance de la oferta de países como Ucrania y Brasil, que han sacudido al mercado, dijeron analistas.
Es también el resultado de un auge de las materias primas que comenzó en 2007, lo que fomentó la siembra en Sudamérica y Europa del Este, además de la inversión en infraestructura de transporte de granos de gobiernos e intermediarios como Cargill Inc y Archer Daniels Midland Co.
En riesgo está el largo dominio de Estados Unidos en las exportaciones de maíz, que el año pasado llegaron a 8 mil 300 millones de dólares, y un destino importante para un tercio de la cosecha del país.
México, dijeron operadores, es un lugar natural para promover ventas por la proximidad y condiciones de comercio favorables. En el caso de Colombia y Perú, los acuerdos comerciales también hacen que las compras de maíz de Brasil y Argentina sean menos atractivas que las de grano estadounidense.
La demanda de maíz en América Latina está aumentando por el crecimiento del ganado y de las industrias procesadoras. Pero como los agricultores estadounidenses se preparan para una cosecha récord sigue habiendo dudas de que el mercado pueda absorber el superávit. Además, en términos globales, la competencia de Sudamérica sólo puede crecer.