El dólar maíz cumplió con lo previsto, pero las reservas no paran de caer. Repite la historia del dólar agro previo. Y hay muchas dudas sobre un posible dólar soja más adelante. Síntomas de agotamiento para un esquema que dañó los mercados del agro.
Son diversas entidades de la producción primaria y comercio de alimentos que ante las medidas dispuestas por el gobierno nacional quieren anticipar y alertar a los consumidores en general y a los trabajadores en particular, los impactos negativos que las mismas generarán.
El dólar diferenciado para el maíz no solo distorsiona este mercado y agrega más complicaciones al de la soja, sino que además alienta la grieta entre productores. No conviene caer en esta trampa.
Las divisas que necesita el gobierno no aparecen, la situación no aguanta mucho más y todos miran al campo. El cereal vuelve a sonar para un dólar diferenciado, pero no se descarta a la oleaginosa. Historia con final abierto.
En el país la cosecha avanza muy lenta y con magros rindes de maíz y soja. Con respecto al trigo, durante el fin de semana se dieron lluvias, que se estima generarán una mejora fuerte en intención de siembra.
El gobierno tiene unos pocos productos inhabilitados para recibir una paridad cambiaria menos confiscatoria. ¿La desesperación por divisas puede llevarlo a levantarle la penalización al maíz? De algún lado tendrán que salir los dólares que faltan.
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