La aprobación del cereal tolerante a sequía ha sido bien recibida por la molinería local y refuerza la idea de lograr el autoabastecimiento en unos pocos años, extendiendo el cultivo a zonas clave con inviernos deficitarios en lluvias.
Se trata del segundo país del mundo, luego de Argentina, en permitir la siembra de este tipo de granos. Juntos, son responsables del 90% de la superficie de trigo que se planta en América Latina.
Analizaron los comportamientos de distintas variedades y la reacción del cultivo ante la situación de escasez hídrica, en un campo que cuenta con distintas variedades y cepas biológicas de trigo
La firma argentina señaló que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) concluyó positivamente una revisión de su trigo transgénico HB4 resistente a la sequía, lo que calificó como un "paso clave" hacia su comercialización en ese país.
Las autoridades australianas aprobaron el trigo HB4 tolerante a la sequía desarrollado por la empresa argentina Bioceres y el Conicet, informó hoy la compañía a través de sus redes.
En su discurso, el presidente de la entidad, Fernando Rivara, rechazó las ideas de desacoplar los precios internos de los internacionales y cuestionó el acompañamiento irrestricto del Gobierno al cereal transgénico.
Se esperará a que otros destinos de exportación autoricen al cereal modificado genéticamente para comenzar a vender la semillas del producto en Argentina
En una carta al presidente Alberto Fernández, la entidad alertó sobre el riesgo de dilapidar los esfuerzos depositados en ganar nuevos mercados. El trigo HB4 es un producto que los compradores de trigo argentino ya adelantaron que no adquirirán.
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