Pronostican un leve aumento en la siembra de trigo para este año
Fuentes privadas estiman 4 millones de hectáreas, lo que implica un incremento de casi 10% frente a 2013; en los 90 el promedio de área sembrada era de 5,5 millones
Cuando falta poco más de un mes para el inicio de la siembra de trigo, las primeras proyecciones privadas sobre la superficie que podría cubrir el cereal en 2014 calculan un aumento de 9,58 por ciento. El cultivo, cuya área fue de 3,65 millones de hectáreas el año pasado, ahora podría alcanzar los 4 millones.
El aumento, a priori se prevé no sólo es leve -apenas 350.000 hectáreas más- sino que la superficie aún no logra recuperarse lo necesario y se mantiene por debajo del promedio de los 90. En esa década se registró un promedio de siembra de 5,5 millones de hectáreas por campaña.
"Es muy preliminar, pero sobre la base de estimaciones y encuestas a productores se proyectan 4 millones de hectáreas", expresó Matías Ferreccio, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), entidad que agrupa a la cadena del cereal, desde productores hasta molinos harineros y exportadores.
Gustavo López, consultor de Agritrend, también aguarda el mismo número que Ferreccio: 4 millones de hectáreas. Pero, según López, en su visión esa cifra es "un piso", ya que podría haber más superficie si el Gobierno envía una señal para la siembra.
Por lo pronto, en las empresas que venden semillas de trigo coinciden en que habrá un aumento de la superficie. "Habrá un crecimiento de 5 a 10 por ciento", señaló Guillermo Alonso, de la firma Nidera.
Alonso destacó que hay "perfiles cargados" para realizar la siembra. En rigor, las últimas lluvias dejaron suelos en óptimas condiciones para la implantación.
Por el momento, el Gobierno no realizó una proyección sobre qué área podría alcanzar el trigo en la nueva campaña.
Condiciones
Según los especialistas, el cereal incrementará su superficie restándole área a la cebada. En los últimos años, en medio de las intervenciones del Gobierno en el mercado de trigo, la cebada le había ganado superficie al trigo en la principal región productora, el sudeste bonaerense.
Al margen del factor clima y de la reducción de la cebada, otro factor que de acuerdo con los expertos podría impulsar al trigo es el precio, que muestra una sensible recuperación en relación con la misma época del año pasado para el inicio de la siembra.
"El precio esperado a enero de 2015 es de 204 dólares por tonelada, en tanto que a esta fecha del año anterior el valor esperado era de 184 dólares por toneladas. Es decir, hay una mejora de 20 dólares por tonelada, lo que implica un incremento del 10,8 por ciento", explicó López.
A poco de asumir, en noviembre pasado, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, prometió medidas para incentivar la siembra en 2014. Además, afirmó que se avanzaría hacia un sistema "casi automático" en los permisos para poder exportar el cereal, conocidos como Registros de Operaciones de Exportación (ROE).
Hasta el momento no hubo medidas oficiales al respecto. Y los productores están aguardando que se cumpla con el compromiso de la presidenta Cristina Kirchner, de devolverles las retenciones a las exportaciones a través de un fideicomiso. Esa herramienta ya está constituida y, según fuentes del sector, se espera que la Secretaría de Comercio informe de qué manera se realizará la devolución de los derechos de exportación a los productores vía el fideicomiso.
Por otra parte, el ministro de Economía, Axel Kicillof, mantiene el cepo a las exportaciones. Abrió un cupo de 1,5 millones de toneladas, que en el sector consideran insuficiente, pero en tandas de 500.000 toneladas. Del volumen total hasta ahora habilitó un millón de toneladas.
Desde el campo siguen pidiendo liberar el mercado de trigo. "Los ROE tienen que desaparecer porque generan incertidumbre", señaló el presidente de Argentrigo. Ferreccio también pidió "quitar" las retenciones, donde el cultivo paga una tasa del 23 por ciento.
En este cultivo se prevé que el Gobierno recaude por retenciones poco más de 200 millones de dólares, una cifra baja si se la compara con los más de US$ 7000 millones que suele aportar la soja por este concepto.
Fernando Bertello