Lechería

Esta semana se sabrá como se implementa el "cepo blanco"

Con el mercado intervenido reinan las dudas. En los últimos años la industria láctea venía autorregulándose en lo que respecta a los volúmenes exportados de leche en polvo entera

2 Mar 2014

Esta semana el secretario de Comercio Interior Augusto Costa recordó a los integrantes de la cadena láctea que el sector está intervenido.

En los dos primeros meses de 2014 las industrias lácteas presentaron ante la Ucesci –organismo controlado por Costa– solicitudes para exportar unas 50.000 toneladas de leche en polvo entera.

Funcionarios de Comercio Interior, encargados de autorizar dichas exportaciones por medio de la emisión de ROEs blancos, comunicaron a los representantes del Centro de la Industria Láctea (CIL) que el volumen de exportaciones autorizadas en 2014 será equivalente al de 2013.

Como en el primer bimestre de 2013 se habían oficializado ROE blanco de leche en polvo entera por unas 32.000 toneladas, entonces el “excedente” de alrededor de 18.000 toneladas debería ser compensado con una menor emisión de ROEs en las próximas semanas.

El próximo miércoles habrá una reunión entre directivos de CIL y autoridades de Comercio Interior. Se espera que en ese evento se oficialice la metodología para instrumentar el nuevo cepo lácteo (la gran cuestión es quién determinará cómo se distribuirá el volumen disponible por exportar).

En los últimos años la industria láctea venía autorregulándose en lo que respecta a los volúmenes exportados de leche en polvo entera. Pero con precios récord del orden de 5000 u$s/tonelada la tentación de incrementar las ventas externas fue irresistible.

El FAS teórico de la leche pagada en tranquera de tambo para una industria promedio que destine el 100% de lo adquirido para elaborar leche en polvo entera se ubica actualmente en valores superiores a 3,20 $/litro.
La política implementada por Costa está orientada a mantener a raya los precios pagados por la leche, de manera tal que las industrias lácteas con un perfil exportador paguen lo mismo que aquellas que comercializan la mayor parte de su producción en el mercado interno. El objetivo es que la liquidación de febrero no supere los 2,60 $/litro de leche (para luego registrar un ajuste de algunos centavitos más en marzo).

Al establecer una suerte de “precios máximos” para la leche pagada al tambero, la competencia entre industriales disminuye y así –según entiende el gobierno– es más fácil mantener estables los precios minoristas de los lácteos en el mercado interno.

Tal política genera que las industrias lácteas exportadoras reciban un subsidio indirecto enorme por parte del sector primario, el cual, además de contar con buena parte de sus insumos dolarizados, en muchos casos cobra la leche con plazos de 40 a 45 días.