Solo uno y se lo vió en Palermo
El único frisón barroco del país visitó La Rural
Nadie sabía que vendría, dado que su visita no estaba anunciada en ningún cronograma. Sin embargo, cuando este animal, que parecía sacado de un libro de cuentos, entró a la pista, llamó la atención del público y fue el más fotografiado de la tarde.
Un caballo negro de crines onduladas, el único frisón barroco puro del país, dejó a todos en La Rural con la boca abierta. Acompañado por un frisón deportivo, hizo una verdadera demostración de elegancia, al igual que sus jinetes, vestidos de gala. Ella, con un vestido de novia cuya cola cubría a la del caballo. Él, de traje y galera.
“La característica de estos caballos es que son caballos muy inteligentes. A este ejemplar, lo empecé a trabajar hace un mes aproximadamente y cambió mucho. Vos le enseñás una o dos veces y al repetirlo, ya empieza a hacer lo que uno le está enseñando. Son holandeses y hay cuatro en toda la Argentina, pero él es el único barroco, los otros ejemplares son más chicos”, comenta Hugo Miño, su domador.
Se trata de una raza extremadamente fuerte, con crines onduladas y cuyo color típico es el negro. Sus defensores alegan que es un caballo muy valiente, razón por la cual era utilizado antiguamente en las batallas. Hoy se le reconoce su habilidad para los espectáculos, dado su gran porte que indudablemente llama la atención, para el adiestramiento y para los deportes.
“Ahora nacen alrededor de 40 potrillos que no son puros, porque al no haber yeguas acá en la Argentina, se mezcló con yeguas criollas. Vamos a ver qué sale, espero que haya predominio del gen del padrillo”, cuenta Miño, quien también trajo a la pista central al único padrillo de Sudamérica de la raza irlandesa Gipsy Vanner.
Cuando se le pregunta cómo es la experiencia de montar a este animal, responde: “Yo trabajo hace muchos años con caballos, pero montar uno de estos es diferente. Lo ves trabajar, lo ves progresar día a día. Su inteligencia es diferente… y subirte a uno es divino. ¡Es como sentarte en un puff y andar!”, bromea.