El maíz, muy bajo en precio
Preocupa a exportadores norteamericanos colocar la variedad de maíz genéticamente modificado, que es del 10% del volumen producido
El mercado de maíz atraviesa un escenario complicado en lo que va de este último trimestre del año. Por un lado, la producción récord de los EE.UU., que, según el último informe del USDA, alcanzó los 355,33 millones de toneladas, requerirá una demanda interna creciente para que los precios no caigan aún más. El consumo interno total de este país fue proyectado en el reciente informe de diciembre en 294,65 millones de toneladas, algo más de un millón por encima de la estimación de noviembre, en tanto que las exportaciones también aumentan en 1,3 millón de toneladas, con una nueva proyección de casi 37 millones de toneladas.
En este último renglón, la expectativa de un crecimiento tan sostenido en las ventas externas abriga algunas dudas. China continúa con su política de rechazar embarques de mercadería con materiales genéticamente modificados, particularmente el denominado comercialmente MIR 162, lo que obligó desviar varios barcos a otros destinos que toleran esta mercadería.
Existe cautela por parte de los exportadores norteamericanos que enfrentan dificultades para colocar esta variedad de maíz, que alcanza al 10% del volumen total producido en esta campaña. Otro factor potencialmente bajista para las cotizaciones del maíz es la posibilidad cierta de que China, además de la política de rechazos recientemente comentada, siga incrementando su producción. De acuerdo con los datos suministrados por el Servicio Nacional de Información de Granos y Aceites de este país, la producción total de maíz se ubicará en los 217,7 mill./t. Esta cifra excede a la difundida recientemente por el USDA en 6,7 mill./t.
De todos modos, el mercado apuesta a que el crecimiento en la elaboración de etanol en los EE.UU. continuará sostenido y algunos traders observan que los fondos que operan en materias primas se encuentran con una importante posición de contratos vendidos en Chicago.
En lo que va del año, y a pesar de la corrección llevada a cabo en el curso de este último mes, el maíz fue el commodity agrícola que registró la mayor baja, con una merma de casi un 38%. En los reportes del USDA correspondientes al mes de diciembre no se efectúan modificaciones en torno al volumen productivo de los EE.UU., y sí se realizan cambios en torno a las exportaciones, el consumo y, consecuentemente, en el nivel que se proyecta en las existencias finales. En relación con las estimaciones de producción, ellas serán reflejadas en el informe final de la campaña 2013/14 a revelarse en el informe de enero del año entrante.
Varios analistas estiman que esta cifra será nuevamente corregida hacia arriba, con la posibilidad de que en el informe preliminar de siembra que se conozca en el "Outlook" agrícola anual de Washington, la siembra de maíz sufra una merma en su implantación, como consecuencia de bajos precios y una mala relación de precios con el cultivo de soja. De confirmarse este pronóstico, podríamos contar con un mercado más sostenido en el curso del segundo trimestre del año entrante.
En nuestro país, la Bolsa de Cereales estima que la siembra total de este cultivo alcanzará los 3,3 millones de hectáreas y la siembra ya entró en su segunda mitad. El USDA pronostica para nuestro país una producción de 26 millones de toneladas, cifra que no ha sido corregida desde hace varios informes mensuales y que dependerá fundamentalmente del clima que se observe desde ahora en más. Ya hay varias regiones que sufren una sequía creciente, como consecuencia de la combinación de ausencia de precipitaciones y temperaturas muy elevadas, situación que podría afectar los rendimientos finales de este cultivo.
También en soja, la actividad importadora por parte de China resulta impactante, superando la actividad desarrollada en la campaña anterior a esta altura del año. Probablemente muchas de las compras registradas, que se realizan bajo la modalidad de origen opcional, sean finalmente cumplidas con mercadería proveniente de Sudamérica, una vez que la cosecha de esta región comience a transitar los canales de exportación.
A pesar de que, en la teoría, las disponibilidades mundiales de soja crecerán fuertemente en esta campaña, la psicología alcista de los operadores, luego de la crisis productiva del ciclo anterior, perdurará por un tiempo más, evitando fuertes correcciones en los precios de Chicago.
Ricardo Baccarín