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Ganadero y de punta

El ciclo completo es el negocio elegido por este productor. Claves de un negocio ganadero rentable

En la ruta 226 km 413,5, Bolívar, provincia de Buenos Aires, se encuentra enraizado Carlos Mazzuca, médico veterinario encargado y dueño de “Don Canesto”. Este establecimiento  representa fielmente a una producción familiar por llevar el nombre del padre de María de los Ángeles Hueso, mujer y compañera de vida de Carlos. Juntos emprendieron este viaje a principios del año 2000 y, asegura Carlos, no fue nada fácil.

La estancia cuenta con 612 has de superficie de las que se destinan unas 120 a agricultura. La mitad del campo se presenta sin riesgo de inundación, 30 – 35% de la superficie tiene riesgo mediano y un 12 – 15% se presenta con un alto riesgo.

La producción presenta servicio estacionado, desde octubre hasta diciembre, con servicio natural para el rodeo general. Las vaquillonas de 15 meses, con 300 kg aproximadamente, se inseminan a tiempo fijo para luego hacer un repaso con toros. El semen lo compran a una empresa de genética muy reconocida, y esto se ve reflejado en los corrales de terminación, aclara el veterinario.

La otra categoría que se insemina es un lote de “vaquitas” que son puras controladas, con toros de punta, para ir mejorando la genética de a poco.

Algunos índices

Se deja para reposición interna un 20 % de las hembras. El índice de preñez ronda los 90 – 93%, siendo los años de seca los que peores andan.

"Se desteta a fines de febrero, con la cabeza de parición y asi sacamos a todo lo que es macho de 7 meses de edad aproximadamente", agrega Carlos.

Buena organización

Las vacas están todas numeradas por año de nacimiento y se anotan todas las pariciones. En el primer mes de parición ocurre el 45% de los nacimientos aproximadamente y ese ternero macho es el primero que se desteta. La hembra se la deja un poco más con las madres porque van a ser las hembras que van a quedar después para la reposición . "En febrero sacamos a las pasturas todo lo que es machos y en marzo se empieza con el destete total, y  termina en abril que con todo afuera, sea como sea”

Alimentación

El macho se recría un año hasta que aparecen los primeros maíces húmedos, de marzo a abril aproximadamente. Y en los meses más difíciles, el rodeo general se alimenta de verdeos de invierno (avena o promoción ray grass) y después, cuando se termina la avena,  se fumiga y se hace sorgo de pastoreo.

A fines de septiembre se saca todo lo que es hembra de reposición y cuando llega diciembre empieza la inseminación.

El macho, por su parte, sigue a campo. Se saca todo lo que es cabeza primero, pasan al corral y se terminan ahí, con una ganancia diaria de 1,3 – 1,4 kg. A esto se le adicionan las hembras que son descarte, que ayudan a mejorar un poco la rentabilidad a fin de año.

No todo es producción propia

"Se compran terneros, de lo que se pueda. La época de compra no es de las mejores - marzo junio y julio- y esto también se termina reflejando en los corrales de terminación. "No es la calidad que nosotros pretendemos, pero no nos queda otra", manifiesta Carlos.  Es por eso que uno de los objetivos de corto plazo que tienen es no comprar más. Una posibilidad sería la de sacar la recría al campo, tener más vientres y no comprar invernada.

En casa de herrero cuchillo de…hierro

"La sanidad la hago a la perfección", aclara Carlos. "Aunque no ejerzo más la profesión, tengo a mi primo que es veterinario, así que toda la parte de reproducción, engorde a corral, cesáreas, tactos, revisación de toros, entre otras cosas, está a su cargo".

"Nunca tuvimos problemas de distocia. Este año lo único que pasó es que en los dos primeros nacimientos hubo problemas porque los ahogó la vaquillona al nacer, pero llamé a la genética y se portaron muy bien. Después se cortó ese problema y empezaron a nacer bien", clarifica el productor.

Las ventas

Las ventas se hacen en pie a frigoríficos locales y el productor descarta la posibilidad de vender la hacienda a Liniers por no poder defender bien su producción. Los novillos los venden con 410 – 420 kg y las vaquillonas con 310 – 320 kg.

"Hay que mejorar mucho, y todavía hay mucho por hacer, las críticas siempre con bienvenidas. Las charlas son de excelente calidad y tengo mucho para aprender. El campo está hermoso: llovió, hay barro, hay verde, está hermoso", concluye Carlos.

Por Gisela Aghemo de www.revistachacra.com.ar