La tecnología choca con la política
Las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías agronómicas, que permiten ampliar los períodos de producción de granos, quedan desdibujadas al momento de la comercialización por las restricciones comerciales
“Los períodos de producción de los principales granos muestran cambios que no pueden ser aprovechados en el momento de la comercialización, como consecuencia de los factores que afectan al mercado interno”, dijo Ramiro Costa, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Precisamente sobre esas tendencias giró su presentación en Agrotendencias 2013. El especialista aseguró que la tecnología actual ofrece a los productores una gran ventaja: tiempo para decidir sus siembras que les permite optar entre un cultivo u otro. “Tenemos la posibilidad de decidir sobre la siembra con bastante más información que antes –explicó-. Por ejemplo, se puede saber qué va a pasar en Estados Unidos con su producción final y, frente a esto, hoy el productor tiene la posibilidad tecnológica de diferir la siembra y decidir entre sembrar soja o maíz, al contar con una información que antes no tenía”.
“Sin embargo, esto se contradice con lo que estamos viendo en las tendencias de comercialización –agregó-. Por ejemplo, el trigo y el maíz se han vendido más rápidamente de lo que se hacía antes, algo que se debe fundamentalmente a las regulaciones que hay en el mercado”.
El especialista de la Bolsa de Cereales explicó que actualmente se ha ampliado la ventana de siembra de los diferentes cultivos, como consecuencia de la utilización de nuevos cultivares, entre otras tecnologías. “Esto nos da tiempo para tomar decisiones –explicó-, ya que antes había que definir la siembra cuando todavía los cultivos en otros países productores estaban en etapas tempranas de su desarrollo y por lo tanto era posible tener estimaciones de sus resultados de cosecha”.
Al respecto, marcó el crecimiento de la superficie destinada a maíces tardíos. Mientras que hasta hace pocos años sólo representaban el 20% del área maicera, actualmente llega al 40%. “Esto muestra que algunos productores están decidiendo la siembra en función de las condiciones climáticas o de mercado, pero esa ventaja competitiva no la puede aprovechar comercialmente porque queda obligado a vender según los cupos de exportación, ya que desconoce lo que pasará más adelante”.
Para el especialista de la Bolsa de Cereales el cese de las restricciones implicaría una mayor libertad para hacer ventas diferidas en el tiempo y un mejor aprovechamiento de las oportunidades que brinda el mercado, que derivarían en un incremento de la producción de granos del país.