El maíz sigue ajustado
Pese a las subas en Chicago por la sequía norteamericana, el maíz sigue teniendo márgenes muy ajustados
Hoy la "tormenta" desatada en la Bolsa de Chicago por la sequía en la principal zona productora de los Estados Unidos, que llevó el precio de los granos a las nubes, si bien puede alterar en parte los números de los rindes de indiferencia, no cambiará la tendencia de márgenes ajustados.
A poco menos de dos meses de iniciarse la campaña de granos gruesos, los productores le sacan punta al lápiz para hacer números más finos. Con mayores costos en insumos, fletes y alquileres, ya no hay dudas de que los agricultores necesitarán producir más granos para nivelar la inversión (rinde de indiferencia) y darles un poco de aire a sus ajustados márgenes de rentabilidad.
Con este frente de tormenta, que se suma a la pesada mochila que le dejó la sequía de la campaña anterior, con graves pérdidas de cosecha, hoy se tornan complicados los negocios de arrendamiento para el maíz (que se pactan en quintales de soja) que están muy atrasados y la compra de insumos demorada.
En consecuencia, en el campo coinciden en que la campaña gruesa que se inicia con la siembra en septiembre destinará más superficie a soja, cultivo con menores costos, que no tiene restricciones a las exportaciones y que puede captar esas subas en la plaza norteamericana.
El maíz se sembrará menos, pero no en la magnitud en que se pensaba un mes atrás. Eso es por las subas en Chicago y por la esperada liberación de cupos de exportación para los próximos días. Pero por ahora, dicen, nadie que esté a más de 400 kilómetros del puerto se animará a arrendar para cultivar maíz.
"En la producción en campo arrendado en zona núcleo, con un valor promedio de 18 quintales de soja por hectárea, los márgenes son muy ajustados y está alcanzando niveles de riesgo empresario tan grandes que es posible que el negocio resulte inviable en el corto plazo", advirtió Guillermo Aiello, gerente general de la empresa Alberto L. Marchionni SA, de Pergamino.
"En tierras de primer nivel en el noroeste de Buenos Aires y sur de Santa Fe en campo propio los rindes de indiferencia en soja de primera serán de 1370 kilos por hectárea; en soja de segunda, 1170 kilos; en trigo, 3380 kilos; en cebada, 3060 kilos, y en maíz, 4630 kilos. En campos arrendados, en cambio, estas cifras pasan a 4040, 2510, 5950, 5390 y 9920 kilos por hectárea, respectivamente. Hay que tener en cuenta que los rendimientos normales (y los esperados) son en soja de primera 4500 kilos, en soja de segunda 3200 kilos, en trigo y cebada 5000 y en maíz 11.000 kilos. Son rendimientos buenos, pero hay que considerar que son campos de punta, que valen 20.000 dólares la hectárea", dijo Aiello.
En consecuencia, sostiene el ejecutivo, los márgenes de rentabilidad para campo arrendado son en soja de primera 65 dólares (7,42%); para soja de segunda, trigo y cebada 58,18 dólares (4,06%), y para maíz 91,33 dólares (7,11%). Para el ejecutivo los motivos fundamentales que complican esa producción son la suba de los costos en dólares de los principales insumos.
Estima el ejecutivo que "seguramente habrá mucha más producción de soja de primera y menos maíz, pero no tanto como se preveía hace un mes, antes de los aumentos en Chicago".
Demoras en la campaña
En tanto, para Sebastián Gavaldá, presidente de Globaltecnos SA y consultor CREA, "la mayoría de los empresarios agropecuarios todavía no tomó decisiones con respecto al próximo ciclo productivo; hay muchos alquileres sin cerrar, compra de insumos muy atrasados y planes de siembra todavía en borrador".
Para este consultor, los rindes de indiferencia son mayores para esta campaña entre dos y cuatro quintales en la zona núcleo y en el oeste bonaerense.
Los últimos cálculos de rinde de indiferencia que maneja Gavaldá en la zona núcleo en campo propio son para soja, 14,1 quintales por hectárea, y para maíz, 49,8 quintales. En campo arrendado esos valores son de 14,2 en soja y 91,9 en maíz.
"Son cifras que hay que ver cómo quedan cuando se estabilice el mercado de Chicago. Pero lo cierto es que es un motivo más para alentar la siembra de soja", dijo Gavaldá.
Respecto del maíz, el ejecutivo dijo que sólo se podría alentar el cultivo si el Gobierno libera un importante cupo de exportación de la próxima cosecha.
Agregó que el productor "siembra lo más barato, que es la soja, que tiene 30 por ciento menos de costos que el trigo y entre 80-100% menos que un maíz".
Según datos de la consultora Márgenes Agropecuarios, en el oeste de Buenos Aires, con valores de arriendo estimados en 12 quintales de soja para la siembra de soja y de 10 para la de maíz, para un rinde de 34 quintales por hectárea en soja, puede estimarse un resultado neto (antes de ganancias), del orden de 0,9 qq/ha en campo arrendado y de 8,2 qq/ha en campo propio.
Para maíz, con un rinde de 85 qq/ha, la siembra en campo arrendado arroja un quebranto de 0,6 qq/ha, en tanto que en campo propio los resultados son positivos (8,9 qq/ha).
Según Alejandro Vejrup, técnico de Globaltecnos SA, "la campaña comienza con precios internacionales extraordinarios pero con gran incertidumbre económica local y externa y costos crecientes que se traducen en rindes de indiferencia superiores al promedio de muchas zonas. Ante esta situación, los alquileres, la rotación y la tecnología aplicada parecen ser las variables de ajuste sobre las que pueden intervenir los productores para acotar sus riesgos".
Miguel Calvo, presidente de Acsoja dijo que para Salta, Entre Ríos y Córdoba se aprecia que los márgenes son menores que en los últimos años. Dijo que en Córdoba, el rinde promedio es de 25 quintales, con rindes de indiferencia de 14 quintales en campo propio, con un 11% de rentabilidad, y de 24 quintales en campo alquilado, con el 1% de rentabilidad.
Víctor Giordana, del CREA Monte Buey Inrivelle (Córdoba), dijo: "El objetivo de nuestra empresa es reducir la superficie de campos alquilados para disminuir el riesgo".
Agregó el productor que tienen "un esquema de rotación en zona núcleo de un tercio de la superficie en maíz, un tercio trigo-soja y un tercio de soja de primera. Con respecto a la próxima siembra de maíz aún no la definimos. Si el Gobierno abre la exportación a futuro y podemos calzar buena parte de la producción a un precio lo más cercano a un FAS teórico, destinaremos un área importante al cereal. Si no es así, lamentablemente tendremos que sembrar soja", señaló.
Para Miguel García Fuentes, miembro del CREA Rosario, los márgenes de rentabilidad son bajos independientemente del número, que cambia día a día, por las oscilaciones en el mercado de Chicago. "Hay que aprovechar el nuevo viento de cola de Chicago y liberar el maíz para darle impulso a la siembra", sostuvo.
Leandro Musri, de la empresa consultora Emprendimientos y Servicios Agrícolas SA, coincidió en que se incrementa la superficie de soja y baja la de maíz, mientras que el girasol aumenta por incremento de siembra en el NEA. Pero advirtió: "Para el maíz en campo alquilado, si no está a menos de 140 kilómetros de un puerto no lo hará nadie".
Habrá un solo ganador: la soja
"Seguramente habrá mucha más producción de soja de primera y menos de maíz, pero no tanto como se preveía antes de los aumentos en Chicago" Guillermo Aiello. Gte. Gral. De Alberto L. Marchionni
"La campaña comienza con precios internacionales extraordinarios, pero con gran incertidumbre económica local y externa" Alejandro Vejrup. Técnico de Globaltecnos SA
"Si se abre la exportación a futuro y podemos calzar buena parte de la producción al FAS teórico destinaremos un área importante al maíz" Victor Giordana. Crea Monte Buey - Inriville
"Los márgenes de rentabilidad son bajos, independientemente del número, que cambia día a día por las oscilaciones en el mercado de Chicago" Miguel Garcia Fuentes. Crea Rosario