Aceite

La industria aceitera paga bonificaciones

Las industrias ofrecen bonificaciones de hasta 40 u$s/tonelada para partidas de soja con altos niveles de proteína

30 Oct 2013

El bajo nivel proteico registrado por la soja argentina cosechada este año obligó a una industria aceitera a pagar importantes bonificaciones por proteína.

La filial local de Nidera comenzó a ofrecer –entre algunos clientes– la posibilidad de vender soja disponible con premios de 15 a 40 u$s/tonelada (sobre el valor soja pizarra Rosario) para partidas con niveles de proteína ubicados en una escala de 37% a 40%.

Es la primera vez que una gran industria exportadora sale a ofrecer bonificaciones por proteína en soja. Los premios mayores –hasta 40 u$s/tonelada– son elevados porque la disponibilidad de partidas segregadas de soja con altos valores proteicos es muy limitada. El dato es que Nidera también está ofreciendo forwards de soja 2013/14 con bonificaciones por proteína.

El contenido promedio de proteína de soja registrado este año en la zona núcleo pampeana fue de 37,1%. Se trata de la cifra más baja de los últimos dieciséis años.

En 2012 y 2011 el contenido de proteína había sido de 38,3% y 39,1% respectivamente, según datos del análisis realizado por el equipo de técnicos del INTA Marcos Juárez liderado por Martha Cuniberti.

El promedio registrado este año en soja de primera fue de 36,3% versus 37,6% en 2012, al tiempo que en soja de segunda fue de 37,9% contra 39,5% el año pasado.

Los principales países importadores requieren harinas de soja con un mínimo de 47% de proteína. El dato es que ese nivel se logra a partir de granos que cuenten con una base de 38% de proteína (base seca).

A mediados de este año la industria aceitera modificó la base de comercialización para la harina de soja de origen argentino: pasó de 47,0% a 46,5% con una tolerancia de recibo de 45,5% (anteriormente de 46,0%).

La industria debió bajar la humedad de procesamiento de 12,5% a 10,0% para concentrar la proteína (tanto en harina de soja como en poroto). “Esto trae problemas de logística en la carga, transporte y descarga de mercadería por ser muy seca y fina, además del aumento de salmonellas y micotoxinas”, indica un informe del INTA Marcos Juárez.

En el mercado argentino el factor proteico no es considerado en las normas de calidad vigentes para la comercialización del poroto de soja.