EEUU. La campaña en su etapa final
Si bien la cosecha de maíz en Estados Unidos constituirá un nuevo récord productivo, la demanda comienza a estabilizar una plaza que ya registra una baja cercana al 40%
La parálisis administrativa en Estados Unidos sigue dificultando la tarea de contar con información oficial en materia granaria por parte de los operadores, en un momento clave en el que la campaña norteamericana entra en su etapa final.
El informe del Departamento de Agricultura de ese país (USDA) correspondiente al mes de octubre, que se había programado para el 11 pasado, fue suspendido por los inconvenientes mencionados, y no se sabe aún con certeza si habrá o no un informe de oferta y demanda en este mes o directamente se pospondrá hasta que se revele el que corresponde al mes de noviembre.
Las primeras observaciones de este ciclo permiten inferir que los rendimientos a obtener en maíz en estados centrales, como Illinois e Indiana, resultarían superiores a los inicialmente previstos. Algo parecido acontece en los estados de Kansas, Minneapolis y Ohio, donde el resultado de la trilla sigue siendo más elevado que lo esperado.
Si bien la cosecha de maíz en Estados Unidos constituirá un nuevo récord productivo, la demanda comienza a estabilizar una plaza que ya registra una baja cercana al 40% en lo que va del año, como consecuencia de una importante recomposición de existencias, convirtiéndose en el commodity agrícola que mayor recorte registró en sus cotizaciones.
Las existencias de etanol en Estados Unidos registraron una caída del 18% en relación con el año anterior, lo que indica una demanda sostenida para este combustible alternativo. De todos modos, y a pesar de esta importante demanda, la agencia de protección ambiental del país está proponiendo una reducción en el uso total de biocombustibles a 15,2 mil millones de galones, en comparación con los 18,1 mil millones propuestos originalmente para 2014, conforme la ley dictada en 2007, de energías renovables. De este total, corresponderían 13 mil millones de galones de etanol, mayormente elaborados en base a maíz, en comparación con los 14,4 mil millones originalmente previstos por el mandato legal vigente.
También se prevé que la demanda china por maíz crecerá ante estas bajas cotizaciones, a pesar de una productividad local muy buena. Se espera que China produzca 215 millones de toneladas en esta temporada, con un consumo estimado en 197,5 millones de toneladas, pero la necesidad de incrementar sus existencias estratégicas seguramente determinarán la decisión de formular compras externas, aprovechando las bajas cotizaciones actuales.
También podrán sostenerse las cotizaciones a partir de la decisión de los "farmers" estadounidenses, que seguramente optarán por retener maíz, liquidando en cambio las existencias de otros granos, como la soja, que cuenta con una mejor estructura de precios. En lo que va de este año, la caída en las cotizaciones de la oleaginosa no llega a la mitad de la acontecida en la plaza del maíz.
También se comentaba que China habría adquirido varios barcos de soja de Estados Unidos, aprovechando los buenos márgenes de molienda que hoy existen en esa nación. La buena demanda de harina de soja justifica la operación, además de la necesidad de recuperar terreno luego de la escasa actividad de compras registrada en el mes de septiembre.
Al no poder contar con información oficial, debemos recurrir a las estimaciones privadas para poder ponderar el tamaño de la campaña norteamericana. En este sentido, el pronosticador privado Lanworth Inc. proyecta una campaña global de maíz 2013/14 de 953 millones de toneladas, en comparación con los 949 millones de toneladas estimados en su reporte anterior. Para soja, los analistas estiman que la producción mundial alcanzará los 286 millones de toneladas, comparados con su estimación previa de 284 millones de toneladas.
Para Estados Unidos, Lanworth estima una campaña de maíz de 348,2 millones de toneladas y una de soja de 86 millones de toneladas. En el reporte anterior de la compañía, las proyecciones fueron de 342,5 millones de toneladas y 84,7 millones de toneladas, respectivamente.
Ricardo Baccarín