Suba de costos, atrasos en los precios de la carne, retenciones a la exportación y creciente informalidad afectan a los frigoríficos que requieren de medidas oficiales
La foto no debe desatar euforias, la oferta ganadera no abunda y el resultado económico para la industria no es bueno.
Como anticipamos en nuestro cierre de año, los números de faena cerraron por encima de lo esperado. La faena vacuna del 2024 fue de 14 millones lo que significó una caída de 4% respecto al año 2023. La faena de cerdos llegó a 8,3 millones, el crecimiento fue de 3% lo que ratificó la tendencia de los últimos años.
La foto no debe desatar euforias, la oferta ganadera no abunda y el resultado económico para la industria no es bueno.
El sector exportador opera con precios internacionales en baja. En el caso de China hay un procedimiento de salvaguarda en curso. Y los valores en dólares de la hacienda son los más caro de toda la región. Esto presenta implicará la puesta en marcha de planes de restructuración en las empresas. Por eso insistimos con la eliminación definitiva de los derechos de exportación remanentes, es una decisión de efecto inmediato en la mejora de la competitividad, más cuando ya se anunció la disminución de la devaluación del peso a un ritmo del 1% mensual.
Para el mercado doméstico la situación no es diferente. Los costos vienen en aumento, medidos en pesos y en dólares, en términos nominales y reales y su aumento es mucho mayor al del valor del producto en la góndola.
En diciembre se vendió muy bien porque los precios de la carne venían con un fuerte atraso, lo que aún se mantiene, y eso los consumidores lo saben. Esta situación se pudo sostener porque hay existencias de tropas terminadas, encerradas durante la primavera en los feedlots, veremos que ocurre en febrero y marzo cuando generalmente disminuye esa oferta.
A nivel industrial la caída de los valores de los subproductos como cuero, sebo, hueso, menudencias y el incremento de los costos salariales, energéticos, logísticos, hacen que haya quebrantos que solo pueden compensarse con el cobro del servicio de faena que está gravado con el 21% de IVA (hay un HISTÓRICO reclamo de corrección de las alícuotas que desde FIFRA venimos haciendo a todos los gobiernos y a los diputados y senadores, sin ser debidamente oídos). Algunos frigoríficos que todavía no cobran por la faena, se subsidian con el no pago de impuestos, contribuciones, tasas, IPCVA o simplemente incumpliendo con obligaciones sanitarias (sacan "carne caliente" que no demanda energía y ponen en riesgo la salud, faenan sin agua caliente, entre otras irregularidades que pueden ser nombradas. El final es claro, no son sostenibles.
Analizando los datos de faena que publicó la Secretaría de Agricultura y Ganadería, podemos observar que en 2024 informaron faena bovina 370 establecimientos, de los cuales 226 faenaron en promedio menos de 2.000 animales mensuales. De esos, el 84%, es decir 190 establecimientos (que a su vez representan el 50% del total nacional), faenaron menos de 1.000 y 147 establecimientos que representan el 65% menos de 500 animales al mes. Con dicha escala es absolutamente imposible asegurar las condiciones sanitarias, el pago de salarios de convenio, contribuciones y aportes.
Un frigorífico para faenar un animal en condiciones sanitarias adecuadas necesita una dotación mínima de al menos 30 personas, con un costo laboral de 60 millones al mes. A eso hay que agregar otros 18 millones de pesos que se van en energía eléctrica, fuel oíl o combustible similar, reparaciones, desmalezado, químico., etc. En definitiva, se necesitan 78 millones de pesos al mes para cubrir los costos, sin contemplar rentabilidad alguna y amortizaciones.
Eso implica un costo de faena por kilogramo producido para los mataderos de menos de 500 animales al mes de entre 700 y 1.000 pesos que deberían encarecer la media res. En la calle ese diferencial de precios no se ve sencillamente porque los evaden.
Cuando seguimos analizando la composición de faena vemos situaciones de provincias como Corrientes, que representa el 0,91% del total nacional con 122.455 animales procesados en 31 establecimientos de los cuales tan solo UNO DE ESTOS representa el 35%. También podemos analizar el caso de Chaco que tiene el 1,6% de la faena nacional con 31 establecimientos de los cuales los DOS principales representan el 34% del total provincial.
En tiempos de asegurar competitividad. Para ellos la labor de fiscalización del Estado Nacional, Provincial y Municipal se vuelve esencial para cuidar el empleo formal y la continuidad de las empresas que operan en la formalidad comercial, laboral, impositiva y sanitaria. Asegurar la inocuidad en el siglo XXI no debería ponerse en duda.