El norte ya no se recupera
La falta de precipitaciones de buen caudal no permite recomponer el fuerte déficit hídrico que padecen zonas del centro-norte del área agrícola nacional. Debido a ello, a medida que transcurren las semanas aumenta la superficie de trigo que presenta malas condiciones o que directamente no llega a cosecha
A la fecha se puede relevar que, de las 3.900.000 hectáreas, más del 22 % se encuentra en regulares a malas condiciones de cultivo (zonas del Norte y Sur de Córdoba, NEA, NOA y Centro-Norte de Santa Fe), con pérdidas de rendimiento irreversibles. Además, numerosos cuadros ya fueron secados de forma anticipada con el fin de destinar dichos lotes a la siembra de cultivos estivales.
En contraposición, como venimos mencionando semanalmente, más del 50 % de la superficie triguera nacional, ubicada en el sur, centro y este bonaerense, se mantiene con buenas a muy buenas condiciones gracias a las reiteradas precipitaciones que se registraron. No obstante, las bajas temperaturas de las últimas semanas, si bien aún no afectan al potencial de rendimiento ya que el cultivo transita etapas tempranas, demoran el crecimiento e impactan en el desarrollo del mismo.
El centro del área agrícola nacional, en donde se concentra el 28 % de área restante, presenta escenarios muy heterogéneos. El Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires y la región Núcleo Sur han mejorado su situación gracias a las precipitaciones registradas las últimas semanas, que si bien éstas llegaron en forma tardía, lograron revertir parcialmente el estrés hídrico que castigaba a gran parte del área triguera. De este modo, se relevaron cuadros en condiciones de regulares a buenas. Hacia la provincia de Entre Ríos, gracias a las precipitaciones que se acumularon durante el último mes, el cultivo hoy presenta buenas condiciones aunque con escaso desarrollo por bajas temperaturas. Por último, en San Luis los cuadros implantados bajo riego se encuentran en excelentes condiciones, mientras que cuadros en secano denotan malas condiciones debido al fuerte déficit hídrico que transita el cultivo.