Inflación

Pole Position en Sudamérica

La Argentina lidera el ranking de la inflación en la región. Con una suba acumulada en el primer semestre superior al 10%, superó incluso a Venezuela (7,5%)

9 Jul 2012

Cuando faltan poco más de tres meses para las elecciones presidenciales, Hugo Chávez se puede jactar de que su país ya dejó de tener la mayor inflación de América del Sur. El argumento de campaña se lo acaba de dar el gobierno de Cristina Kirchner, ya que con una suba por encima del 10% en los primeros seis meses de 2012, la inflación argentina hoy está superando claramente a la de Venezuela, que en el mismo período registró un incremento del 7,5 por ciento. El consuelo para los consumidores argentinos es que la situación es un poco peor en países como Bielorrusia o Etiopía, que continúan con una inflación por encima del 30 por ciento anual.

Frente a las que se presentan como las elecciones más reñidas que tuvo que enfrentar desde que llegó a la presidencia de su país, Chávez decidió avanzar con un plan antiinflacionario basado en una serie de medidas para incrementar la oferta de alimentos y bienes de consumo. El programa parece estar dando resultados y el Banco Central de Venezuela informó que, con la suba del 1,4% en junio, se completó un primer semestre con la menor variación en los precios desde 2008, y todo indica que se podrá cumplir con la meta oficial de terminar 2012 con una inflación inferior al 20 por ciento, con el agregado de que las estadísticas oficiales allí no son cuestionadas por los analistas privados.

El escenario venezolano contrasta con el de la Argentina, donde frente al fracaso de los controles de precios que impulsa Guillermo Moreno y la disparada del dólar paralelo, la única ancla que contiene aunque sea un poco los precios es el abrupto freno de la economía. Casi sin excepciones, los analistas privados indican que pese a la desaceleración que se registró en junio el costo de vida en el primer semestre del año ronda entre 10,5 y 11% y el pronóstico para todo 2012 es que el índice real se consolide por encima del 20 por ciento.

Los números de la Argentina y Venezuela son las excepciones dentro de un contexto regional de inflación bajo control. El índice referencial de precios al consumidor de Brasil terminó junio con un alza de apenas 0,08%. De esta manera, acumula en los últimos doce meses una suba inferior al 5 por ciento, contra el 6,5 por ciento con que había terminado 2011.

La situación no es muy diferente de la de Bolivia, Ecuador y Colombia, que en los primeros seis meses del año acumulan una inflación en torno al 2 por ciento.

La pelea contra la inflación también parece estar dando resultados en Uruguay, que terminó junio con un alza del 0,3%, lo que implica una suba menor a la esperada por los analistas de mercado.

Deflación
En otros casos, directamente el panorama actual es de deflación. Los precios al consumidor en Perú retrocedieron un 0,04% en junio y de esta manera en los primeros seis meses de 2012 la inflación minorista tuvo un incremento de 1,5 por ciento. La baja de junio además fue la segunda en lo que va del año, después del -0,1% registrado en enero.

En Paraguay los precios minoristas también cerraron en baja (-0,4%), como producto del desplome de los alimentos y los combustibles. "Entre los productos alimenticios se destacan nuevamente las bajas de precios observadas en los cortes vacunos que, según agentes del sector, responden al aumento que típicamente se verifica en la oferta de ganado en pie antes del período invernal", informó el Banco Central de Paraguay.

La inflación también se presenta como un problema superado en Chile, donde el costo de vida tuvo una baja del 0,3%, con una economía que crece al 5% y un desempleo del 6,7%. Igualmente, a la hora de informar los datos de la economía chilena la agencia oficial argentina Télam se encargó de precisar que pese a estos números tan positivos el país tiene un 15% de su población viviendo bajo la línea de la pobreza "debido a su desigual distribución de la riqueza". El dato que se olvidó consignar Télam es que la pobreza en la Argentina, tomando los números reales de la inflación, no baja del 20 por ciento.