Emergencia

Fuego sin control

En Córdoba hay 500 evacuados, más de 30 casas arrasadas y dos heridos graves; De la Sota dijo que si no llueve es "imposible" frenar el fuego

11 Sep 2013

El fuego, el humo y la desesperación componen las escenas desoladoras y dramáticas que se viven por estas horas en las zonas afectadas por los incendios en Córdoba. Dos heridos de gravedad, el dueño de unas cabañas en Calamuchita, y otro hombre en Salsipuedes, más 500 personas evacuadas y unas 30 casas arrasadas por las llamas en Villa Yacanto son sólo una muestra del poder de daño del fuego, que comenzó hace cinco días y que aún sigue sin control.

Las altas temperaturas totalmente atípicas para el invierno registradas en amplias zonas del país provocaron junto con la sequía incendios no sólo en Córdoba sino también en siete provincias más: San Luis, Salta, Jujuy, Neuquén, Tucumán, Río Negro y en Mendoza. En la ciudad de Buenos Aires la temperatura superó el récord de hace 69 años (1944) para este mes, con 34°9 de máxima a las 16. El fenómeno fue el tema de conversación ineludible entre los porteños. Y en Rosario, donde se alcanzaron los 37°, las playas sobre el río Paraná estuvieron colmadas de gente, como si fuera pleno verano.

Mientras brigadistas, bomberos voluntarios, pobladores y hasta Gendarmería pelea contra las llamas, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, admitió ayer que no hay "forma de parar el fuego" y consideró "imposible pensar en detener" las llamas "hasta que llegue la lluvia". El alivio no aparecería antes de pasado mañana, según los reportes del Servicio Meteorológico Nacional, que en sus registros prevé probabilidades de precipitaciones leves. De la Sota confirmó que hay un detenido por los incendios y que la policía recibió una denuncia sobre otros dos sospechosos que podrían haber iniciado el fuego. "Pasan cosas por imprudencia, como ocurrió con un señor que trabajaba con una maquinaria vieja, pero también hay piromaníacos", afirmó el gobernador.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que se pondrá a disposición de Córdoba, San Luis y Neuquén "toda la ayuda para sofocar los incendios".

El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el coordinador del Plan Nacional del Fuego, Fernando Epele, viajaron a Córdoba y anunciaron "más recursos que serán utilizados de acuerdo a los pedidos que formulen las autoridades cordobesas". De acuerdo con la información oficial, se encuentran operando en el incendio tres aviones hidrantes Air Tractor 802, un avión vigía, un helicóptero del Ejército Argentino para transporte del personal y dos helicópteros especiales dotados con baldes.

Además se desplazaron aviones de la Prefectura Naval con "helibaldes" para la lucha contra el fuego que estaban en Comodoro Rivadavia, Bahía Blanca, Mar del Plata e Iguazú, y se desplegaron en el terreno cinco camiones forestales Euro Cargo de 4500 litros del Plan Nacional de Manejo del Fuego, entre otros vehículos. La Presidenta no descartó contratar en Chile hidroaviones especiales para enfrentar los focos ígneos en la provincia de San Luis. También, el Gobierno dispuso la movilización brigadistas del Plan Nacional de Manejo del Fuego. "Estos equipos provienen de Sierra de la Ventana, Pigüé, Monte Hermoso, Coronel Dorrego, zonas serranas, por lo cual su capacitación y experiencia les permite asistir a la zona de sierras de Córdoba para el combate de los incendios", indicó el comunicado oficial.

"El Gobierno no está preparado para este tema porque no tiene aviones hidrantes, aunque sí la buena voluntad", dijo De la Sota, mientras se dirigía a la localidad de Villa Yacanto.

El panorama es tan alarmante que incluso el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, convocó a la comunidad católica a elevar oraciones para pedir "el beneficio de la lluvia". A la vez, el diputado nacional del radicalismo Oscar Aguad presentó un proyecto de ley para que el Gobierno declare "zona de desastre y emergencia económica, social y ambiental" a las localidades de las sierras cordobesas, donde se quemaron 50.000 hectáreas.

Pero el drama del fuego tiene nombre y apellido. Ayer, Isidro Pelliza, de 49 años ingresó a la Clínica Privada Vélez Sarsfield, en Córdoba, con traumatismos múltiples, entre ellos, craneoencefálicos graves y severos de tórax. La directora médica de ese establecimiento, María Hessel, informó a medios cordobeses que el hombre "está en terapia intensiva desde el primer momento, con respiración asistida, y su pronóstico es altamente reservado". Se trata del dueño de un complejo de cabañas que recorría la zona del incendio en un cuadriciclo, en cercanías a Athos Pampa, en Calamuchita, cuando sufrió un accidente luego de que una rama de un árbol quemado cayera sobre su cabeza.

El otro herido se encuentra internado en el Servicio del Quemado del Hospital Córdoba. Se trata de Carlos Pallen, de 25 años, vecino de la localidad de Salsipuedes, donde anteayer se quemaron tres viviendas. El director del hospital, Germán Llancaman, señaló al diario la Voz del Interior que el joven presenta quemaduras en el 38 por ciento del cuerpo, incluidos rostro, brazos y piernas. "Se encuentra en terapia intensiva, en estado crítico, con asistencia respiratoria, y su pronóstico es altamente reservado", precisó.

Las imágenes de zonas como Villa Yacanto, a 125 kilómetros de Córdoba capital, son dantescas. Casas arrasadas por las llamas, kilómetros de zonas boscosas calcinadas y animales muertos. Los caminos y rutas que unen esas zonas de sierras continúan cortadas. Al cierre de esta edición seguían activos focos en Villa Berna, Inti Yaco, La Paisanita, Villa Ciudad de América, Bialet Massé, Santa María de Punilla, Ascochinga, La Pampa y San Bartolo.

A simple vista, todo lo que el fuego devoró en estos cinco días tomará mucho tiempo para recuperarse.

Franco Varise