A buscar rendimientos máximos
El escenario climático es favorable para diseñar planteos ofensivos
La mayoría de los pronósticos de los modelos desarrollados por los principales centros internacionales de investigación climática indican que la actual fase de ENSO-neutral se extenderá hasta el próximo verano.
“En términos generales, en la campaña 2013/14 existen mayores probabilidades de que la condición hídrica sea favorable que desfavorable. Eso implica que, en determinados ambientes, es factible evaluar la conveniencia de diseñar planteos ofensivos tanto en soja como en maíz”, indicó Federico Bert, integrante de la cátedra de Cereales de la Facultad de Agronomía de la UBA.-Conicet y de la unidad de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA.
“En tal escenario, por ejemplo, los modelos agronómicos indican que en aquellos ambientes de buena aptitud agrícola (por ejemplo: suelos profundos) con una recarga óptima de los perfiles de la zona de Junín (norte de Buenos Aires) existen mayores probabilidades de obtener mejores rindes con maíz sembrado en fecha convencional. Sin embargo, si se trata de ambiente regulares (por ejemplo: con presencia de thapto) que presentan una recarga parcial del perfil, entonces siempre será más conveniente optar por planteos de maíz tardío”, apunta Bert en un artículo publicado en la última edición de la Revista CREA (ver gráfico).
“En lo que respecta a soja, en los ambientes de buena aptitud agrícola con una recarga óptima los modelos agronómicos indican que existen mayores probabilidades de obtener rindes superiores con planteos que utilicen variedades de ciclos cortos sembradas en la segunda mitad de octubre con una adecuada fertilización. En cambio en los ambientes regulares, tal como sucede en maíz, siempre será convenientes optar por planteos defensivos más allá de que las perspectivas climáticas sean favorables”, señaló el investigador .
“En soja, los planteos defensivos deben ajustar bien la variedad según la fecha de siembra para evitar caídas de rinde potencial sin que, como contraparte, se genere un aumento de la estabilidad”, añadió.
Bert dijo que la planificación, además de ser considerada como una guía (y no una receta) para decidir el mejor modelo en cada situación particular, debería servir para inclinar la balanza hacia uno u otro lado, pero nunca para “poner todos los huevos en una sola canasta”, dado que la mejor manera de protegerse de la variabilidad y la incertidumbre climática es diversificar esquemas productivos.