La biodiversidad es esencial para la sostenibilidad de los sistemas productivos
La persistencia de la diversidad de aves en los bosques es crucial para su funcionamiento y regeneración. Son vitales para el mantenimiento de la productividad primaria y la resiliencia del ecosistema.
Un equipo de investigación del INTA Paraná -Entre Ríos- en articulación con investigadores del CONICET -CICyTTP Diamante- estudiaron el tema y encontraron que tanto la estructura del bosque como la intensidad del pastoreo son factores determinantes para mantener la diversidad de aves.
Los bosques constituyen importantes reservorios para la biodiversidad del planeta, albergan más del 75 % de las especies terrestres del mundo.
La investigación del INTA, publicada recientemente en la revista Agriculture, Ecosystems and Environment, resalta la necesidad de encontrar un equilibrio entre la producción ganadera y la conservación de las aves en los bosques xerófilos o secos.
El estudio sugiere que la conservación de bosques maduros con árboles de gran tamaño y una cobertura herbácea alta puede beneficiar tanto a las aves como a la producción ganadera al proporcionar sombra, refugio y forraje para el ganado.
Los bosques proporcionan beneficios fundamentales para el bienestar de las personas, como el acceso al agua y aire limpios, la regulación del clima, la dispersión de semillas para mantener los bosques, la polinización de los cultivos y el control natural de especies, entre otras múltiples funciones.
En Entre Ríos, estos bosques se encuentran, fundamentalmente, en la ecorregión del Espinal. y se caracterizan por la presencia, de especies arbóreas como el ñandubay, algarrobo negro y espinillo -Neltuma affinis, Neltuma nigra y Vachellia caven-, entre otras.
En el caso de la ganadería, el pastoreo del ganado vacuno en los bosques xerófilos, genera cambios en la vegetación que sin un manejo planificado puede conducir a estados degradados del bosque, y en consecuencia, incidir en la diversidad y composición de las aves, ya sea en términos taxonómicos como funcionales.
Tanto la estructura del bosque como la intensidad del pastoreo son factores determinantes para las aves, siendo clave tanto el mantenimiento de bosques maduros como un pastoreo moderado, entre otros factores, para minimizar la degradación del ambiente y la pérdida de diversidad de aves.
En el estudio del INTA se analizaron las comunidades de aves en predios ganaderos del Espinal entrerriano, donde se registraron 125 especies, tres amenazadas de extinción. El cardenal amarillo -Gubernatrix cristata- y el ñandú -Rhea americana- están amenazadas escala nacional y mundial, y el batitú -Bartramia longicauda- está amenazado a escala nacional.
Por este motivo, "mantener una diversidad de aves con alta variedad de funciones permite que a largo plazo el bosque sea más resiliente a cambios ambientales. Y, consecuentemente, sea más sostenible en el tiempo tanto desde el punto de vista ambiental como económico y social, ya que puede brindar múltiples funciones de interés para las personas", indicó Noelia Calamari -investigadora del INTA Paraná.
"Altas intensidades de pastoreo, la arbustización, y una disminución en la cobertura del dosel y densidad de árboles disminuyen la diversidad funcional al reducirse la disponibilidad de recursos para las aves", señaló Calamari y agregó, "por el contrario, los bosques con árboles maduros conservan una comunidad de aves diversificada en términos de rasgos funcionales que contribuirían a la persistencia del bosque y aportarían beneficios para la producción ganadera".
Por lo tanto, se recomienda mantener bosques con alta cobertura del dosel, árboles maduros y alta cobertura de herbáceas junto con cargas ganaderas intermedias para mantener una diversidad funcional y taxonómica de aves alta que podría garantizar la funcionalidad del ecosistema.