Cinco días cruciales para la gruesa en la zona núcleo

Los mapas con claros, y en esto coinciden tanto el modelo GFS como el Europeo: gran parte de la Argentina enfrenta una semana virtualmente sin lluvias y con bajas temperaturas. Es justamente lo que necesitaban los granos de la gruesa para terminar con una cosecha que viene inusualmente demorada en el norte de Buenos Aires, centro-sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba. Precisamente, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que aún resta levantar soja, tanto de primera como de segunda, y también el maíz de primera, cuando ya la tarea de trilla debería haber concluido.

Las perspectivas climáticas referidas implican un escenario prometedor para el millón de hectáreas de soja que están esperando ser cosechadas. No se trata de una cuestión exclusivamente ligada a las urgencias de sacar la producción del lote, que de hecho existen y son genuinas. Es además la necesidad de preservar la calidad del grano después de una temporada de trilla excesivamente húmeda.

En las últimas 5 campañas, para esta misma fecha, la cosecha de soja de primera ya había finalizado. Y la de segunda llevaba un progreso del 80%. Este año, el avance de recolección de la de primera es del 82% y del 55% en la de segunda.

El centro sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba son las zonas más adelantadas, con el 87% levantado. El sur de Santa Fe y el noreste de Buenos Aires cosecharon el 83%. Y la zona más demorada es el noroeste bonaerense que recién ha trillado el 60% de la soja de primera.

Respecto de la soja de segunda, el centro sur y el sur de Santa Fe recolectaron el 70% del cultivo, mientras que en el norte de Buenos Aires se cosechó entre el 20 y el 50%.

En tanto, el avance de trilla del maíz temprano ganó 10 puntos. Así, va cerrando su ciclo, pero ha sido una de las temporadas de cosecha más lentas de los últimos años. El punto es que para el productor la prioridad sigue siendo la soja.

La recolección del maíz en la zona núcleo pasó en una semana del 80 al 90%. El progreso alcanzado es el más lento de las últimas cinco campañas, con la excepción del año 2019, cuando las precipitaciones mantuvieron estancada la tarea en un 88%; en el resto de los años ya estaba todo finalizado por estos días. El mayor retraso se observa en el noroeste bonaerense, donde a pesar de haberse sembrado poco maíz temprano y un área superior de tardío, las labores progresan con lentitud, alcanzando solo un 80% de avance.

Los rindes son consistentes en las diferentes zonas, destacándose los mayores rendimientos medios en el centro-sur santafesino, con 117 qq/ha, y muy cerca en el sureste cordobés, con 115 qq/ha. Los menores rindes se ubican en el noroeste bonaerense, con una media de 90 qq/ha. En los próximos días, se iniciará la recolección de los primeros lotes de maíz tardío afectados por la chicharrita, muy anticipadamente respecto de lo que es habitual.

A propósito de la plaga, las heladas que vienen generan cierta esperanza en el sentido de bajar el nivel poblacional de Dalbulus maidis en la región y reducir el riesgo de la siembra de maíz en 2024/25, un tema que preocupa especialmente, dado el rol vital de este cultivo en la sustentabilidad de una rotación.

Según indica la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, este cambio de clima favorable persistirá hasta al menos la segunda quincena del mes, con un descenso continuado de las temperaturas y la presencia de heladas, especialmente intensas en el sur de la Región Pampeana, extendiéndose gradualmente hacia la franja central de la zona núcleo.