Achaparramiento del maíz: qué estrategias aplicar en cada región del país
Con el foco puesto en abordar la enfermedad según las diferentes situaciones productivas, el INTA -en conjunto con la Secretaría de Bioeconomía y Fontagro- realizó un webinar dedicado a conocer mejor al vector, identificar la incidencia y los síntomas.
Por el alto porcentaje de lotes afectados y el amplio abanico de niveles de severidad, el INTA organizó el webinar Achaparramiento del maíz: integrando conocimientos para compartir la información necesaria para la toma de decisiones.
El webinar -al que se conectaron más de 1200 personas de la Argentina y de países de la región- estuvo dividido en cuatro grandes bloques enfocados en: 1- Achaparramiento del maíz y su vector. Pautas básicas de Manejo; 2- Incidencia y síntomas ¿Afectan los factores ambientales el rendimiento?; 3- El problema de la cosecha; y 4- Reflexiones para el futuro. Se puede volver a revivir el webinar en línea. Accede al canal de YouTube de INTA Argentina para disfrutar de la sesión completa y aprovechar todo el conocimiento compartido.
Eduardo Trumper -coordinador del programa nacional de Protección Vegetal
Durante el primer bloque, los especialistas María de la Paz Giménez Pecci -Córdoba-, Karina Torrico -Córdoba-, Macarena Casuso -Las Breñas, Chaco- y Marcelo Druetta -Quimilí, Santiago del Estero- presentaron los conocimientos que hay en la Argentina sobre el patosistema, su comportamiento y su evolución a lo largo de los años.
Detectada por primera vez en 1991 en la Argentina, es una enfermedad típica, pero que no siempre se presenta de la misma manera. "Es notable como, en los últimos años, en zonas cálidas se expresa con infecciones tempranas y cuando los materiales de maíz son susceptibles", señaló Giménez Pecci quien describió cómo los síntomas varían, según el momento de infección y el patógeno que interviene.
Luego, Torrico puntualizó en los puntos de transmisión: "Los patógenos no se transmiten por semillas o polen". Y aclaró: "Es una enfermedad que afecta la fisiología y la nutrición de la planta".
En este sentido, Casuso y Druetta se enfocaron en brindar pautas sobre el manejo cultural, como eliminar las plantas voluntarias de maíz -o guachas-, evitar las siembras escalonadas o refugiarse en gramíneas, prestar atención a la genética y priorizar el uso de variedades resistentes. "Se debe ser consciente sobre la importancia del manejo regionalizado", coincidieron.
En el bloque 2, Facundo Ferraguti -Santa Fe-, Solana Rodríguez -Tucumán- y Jorge Mercau -San Luis- abordaron cuál es la situación de esta campaña, hicieron un análisis sobre la situación, el impacto en la producción y la interferencia de otros factores, como los ambientales, al rendimiento.
Identificar genotipos con buena producción de grano e integridad a cosecha adaptados a las condiciones del norte del país, evaluar herramientas de manejo del cultivo e incorporar tecnologías que contribuyan al manejo integrado de la enfermedad.
El bloque 3 se enfocó en el análisis de cómo avanzar con la cosecha. En este punto, Facundo Ferragutti, Alejandro Radrizzani -Tucumán- y Fernando Scaramuzza -Córdoba- brindaron recomendaciones sobre cómo regular las máquinas para la cosecha y qué tener en cuenta para utilizar el cereal como forraje para el ganado.
A la hora de la cosecha, frente a un lote afectado, se recomienda caracterizar el tipo de daño y cuantificarlo para evaluar la necesidad de configurar la cosechadora de manera que realice un trabajo diferencial. "Principalmente se deberá trabajar sobre la regulación del cabezal recolector y la velocidad de avance de la máquina para llevar al mínimo las pérdidas que se ocasionan por desgrane y desuniformidad de espigas, pero también por vuelco de plantas y diferentes tamaños entre ellas", señaló Scaramuzza.
En cuanto a qué escenarios se pueden proyectar para la siguiente campaña, Juan Pablo Ioele -Buenos Aires-, María de la Paz Giménez Pecci, Macarena Casuso y Marcelo Druetta coincidieron que se deberán analizar diferentes variables y tener presente que la situación puede verse modificada en función de características de cada región productiva.
Los elevados valores de incidencia y severidad de la enfermedad observados este año en zonas no endémicas, no se habían registrado previamente. En tal sentido, si se combina un invierno benigno con pocas heladas que permitan una mayor supervivencia del vector y la disponibilidad de maíz en fechas de siembra escalonadas, especialmente en zonas afectadas, es probable que el problema siga siendo importante.