Colombia

Huelga

La huelga ya lleva 9 días y hay 5 muertos. Hay 40 cortes de ruta. Santos negociará con los campesinos

28 Ago 2013

Cerca de 40 carreteras de ocho departamentos colombianos registraban ayer un "cierre total", horas antes de iniciarse la negociación del Gobierno con campesinos para poner fin a una huelga que ya dura nueve días y ha dejado al menos cinco muertos y decenas de detenidos.

La situación más crítica sigue siendo la del departamento deBoyacá, en el centro del país, donde 19 vías principales o secundarias están cortadas por bloqueos de los manifestantes, según datos del Instituto Nacional de Vías (Invías) recibidos de la Policía de Carreteras.

El balance muestra que en el país al menos 37 vías presentan restricción total al tráfico, algunas de ellas en diferentes puntos, como consecuencia de los obstáculos puestos por los campesinos.

La huelga fue convocada por un sector de los agricultores, pero ha tenido mayor repercusión entre los productores de papa, leche, tomate y hortalizas de Boyacá, un departamento netamente agropecuario que es además un importante cruce de caminos entre el norte, el noreste y el centro de Colombia.

Los otros departamentos afectados por los bloqueos son los de Cauca, Nariño (suroeste), Casanare (noreste), Cundinamarca (centro), Caquetá, Huila y Putumayo (sur).

En Florencia, capital del Caquetá, en el sur del país, decenas de manifestantes obstruyeron la vía que comunica el centro con el aeropuerto de la ciudad, lo que obligó a la intervención de la Policía y terminó en enfrentamiento.

Los bloqueos en Nariño y Putumayo obstaculizan el tráfico terrestre hacia Ecuador, cuyo Gobierno recomendó el lunes a sus ciudadanos evitar viajar por carretera a Colombia, hasta que la situación se normalice.

La sugerencia de las autoridades ecuatorianas toma en cuenta la "difícil situación que enfrenta Colombia a causa del paro nacional" y que también ha tenido impacto en el puente internacional de Rumichaca, el principal paso fronterizo por carretera entre los dos países.

Para tratar de poner fin al conflicto, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se trasladó el lunes a Tunja, la capital de Boyacá, donde acordó con una delegación de campesinos la apertura en esa ciudad de una mesa de negociación.

"He dado las instrucciones para que se acepte la propuesta de los campesinos de Boyacá para que se reúnan en una mesa representantes de Boyacá, de Cundinamarca y de Nariño con los ministros respectivos", dijo Santos, después de la reunión con los campesinos.

El inicio de la negociación no implica el levantamiento inmediato de los bloqueos, pues los dirigentes de la huelga consideran que primero debe restablecerse la confianza entre las partes.

Los campesinos alegan ser víctimas de las importaciones de alimentos, del contrabando, del alto costo de los combustibles y fertilizantes, de la falta de créditos y de apoyo estatal, factores que, dicen, hacen que su actividad haya dejado de ser rentable y, en muchos casos, los obligue a trabajar a pérdida. 

A su vez, diversas organizaciones sociales, obreras, educativas y sanitarias convocaron ayer una marcha para mañana en apoyo a la huelga agropecuaria. 

"Hemos tomado la decisión de convocar a todas las organizaciones aquí presentes para una gran marcha en la capital y una concentración en los ministerios de Salud y Agricultura en respaldo al paro nacional agrario que se está dando en Colombia y al paro nacional en el sector salud", dijo en rueda de prensa Luis Alejandro Pedraza, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor asociación sindical del país.