El poder de compra del maíz respecto a la urea se ubicó en su mínimo histórico
En vísperas de una campaña relativamente buena en términos productivos, los precios del maíz y la soja vienen en baja. Para el caso del cereal, su poder de compra respecto a la urea se ubicó en un piso histórico considerando los precios a cosecha.
Se aproxima la cosecha de los cultivos estivales, cuyas proyecciones consolidarían una recuperación en la producción de granos respecto a la campaña pasada. De manera tal que, para casos particulares, el volumen producido podría ser elevado, aunque las proyecciones podrían verse afectadas como consecuencia de la reciente ola de calor y la falta de precipitaciones que sufren las principales zonas agrícolas de nuestro país durante estas últimas dos semanas.
Por otro lado, la dinámica actual de los mercados de granos, pareciera descontar un escenario en el cual la oferta sudamericana, si bien menor a la esperada, no presentaría inconvenientes llegado el momento de abastecer a la demanda, cuya intensidad sería menor en comparación a ciclos previos.
En dicho escenario, carente de fundamentos alcistas, el maíz y la soja exhiben un comportamiento bajista en sus cotizaciones. Motivo por el cual, los precios a cosecha serían menores a los observados durante la campaña previa.
La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) presentó las estimaciones sobre la rentabilidad de los principales cultivos para esa provincia durante la campaña 2023/24.
El maíz temprano tendría la mejor rentabilidad considerando los precios a los cuales se están negociando los contratos a futuro. Principalmente, las zonas con mayor proporción de siembras tempranas, son los departamentos de la zona núcleo, Unión y Marcos Juárez. Sin embargo, más del 80% de la producción cordobesa se siembra de manera tardía, cuya rentabilidad sería levemente negativa. En el caso de la soja de primera, la rentabilidad en dólares sería del 1,4%, mientras que en el planteo que se combina con trigo, la rentabilidad se desploma como consecuencia de los bajos rendimientos del cereal producto de la sequía que atravesó durante la mayor parte de su desarrollo.
En base a las rentabilidades estimadas, el impacto en precios y costos que podría implicar una buena campaña, acompañados por el contexto internacional bajista que transitan los precios de los granos, adquiere importancia el análisis del impacto en la rentabilidad de los productores que ciertas actividades podrían tener. Algunas de ellas habituales, como lo es la refertilización del maíz, que en otras circunstancias se realizaría por default pudieron verse analizadas más en detalle durante el presente ciclo productivo.
Una herramienta útil para conocer el poder de compra de los granos es la relación insumo-producto, la cual indica la cantidad de unidades de producto necesarias para adquirir una unidad de insumo. Un aumento de dicha relación, indicaría que ha de ser necesaria una mayor cantidad de producto para adquirir una unidad de insumo, en otras palabras, disminuye el poder de compra del producto, en este caso, los granos. Una disminución de relación implicaría el efecto contrario.
En enero la urea cotizó a USD 950 Ton, en comparación con enero del 2023, registró un incremento del 30% (USD 730 Ton cotizaba por aquel entonces). Por otro lado, el precio de maíz disminuyó en aproximadamente un 35% (considerando la posición julio 24 a fines de enero en Matba-Rofex). En conjunto, arrojan una relación urea/maíz de aproximadamente 58 qq/tn. Es decir, que serían necesarios 58 quintales de maíz para adquirir una tonelada de urea. Dicho valor se posiciona por encima del promedio de 33 qq/tn y se consolidó como un récord.
En conclusión, el quintal de maíz se encontró en su piso histórico en cuanto a poder de compra respecto la urea. De esta manera, considerando un costo por hectárea de USD 114 de urea más USD 13 de aplicación, para no verse afectados los márgenes presentados anteriormente en el planteo provincial, en el caso del maíz temprano la refertilización debería incrementar el rendimiento en 7 qq/ha. Mientras que, para el maíz tardío, sería necesario un incremento de aproximadamente 8 qq/ha.