La UE apoya la flexibilización de normas sobre plantas OGM
Los legisladores de la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo respaldaron una propuesta para relajar las normas sobre plantas genéticamente modificadas producidas utilizando las llamadas nuevas técnicas genómicas.
La cuestión de los organismos genéticamente modificados dividió a la Unión Europea durante una generación antes de que el bloque adoptara una legislación en 2001.
La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria adoptó su posición sobre una propuesta de la Comisión Europea para relajar esas reglas con 47 votos contra 31 y cuatro abstenciones.
Ahora se espera que el Parlamento Europeo vote sobre la ley propuesta durante su sesión plenaria del 5 al 8 de febrero antes de que pueda iniciar negociaciones con los países miembros de la UE, que siguen divididos sobre el tema.
A principios de este mes, 37 ganadores del Premio Nobel y otros científicos instaron a los legisladores de la UE a apoyar nuevas técnicas genómicas, o NGT, y "rechazar la oscuridad del alarmismo anticientífico".
La legislación actual ofrece a los ambientalistas la seguridad de que la UE no se convertirá en un campo abierto para que las agrocorporaciones multinacionales produzcan OGM a granel y vendan productos a los 450 millones de ciudadanos del bloque sin etiquetas ni advertencias detalladas.
Pero los legisladores acordaron el miércoles crear dos categorías diferentes y dos conjuntos de reglas para las plantas genéticamente modificadas producidas utilizando NGT.
Aquellos considerados equivalentes a cultivos tradicionales estarían exentos de la legislación sobre OGM, pero otras plantas NGT tendrían que seguir los requisitos actuales.
El comité acordó que todas las plantas de NGT deberían permanecer prohibidas en la producción orgánica.
También acordó prohibir todas las patentes presentadas para plantas NGT, diciendo que esto ayudará a "evitar incertidumbres legales, mayores costos y nuevas dependencias para los agricultores y criadores".
La relatora del comité, Jessica Polfjard, calificó la propuesta como fundamental para fortalecer la seguridad alimentaria en Europa de manera sostenible.
"Finalmente tenemos la oportunidad de implementar reglas que incluyan la innovación, y espero concluir las negociaciones en el parlamento y con el consejo lo antes posible", afirmó.
Greenpeace afirmó que, si se adopta, la nueva ley podría amenazar los derechos de los agricultores y consumidores porque no proporciona suficiente protección contra la contaminación de los cultivos con nuevos OGM.
"Décadas de progreso en la UE en materia de derechos de los agricultores y protección de la salud de las personas y el medio ambiente no deberían descartarse en aras de las ganancias de la industria biotecnológica", dijo la activista de Greenpeace Eva Corral.
"La legislación de la UE no prohíbe la investigación y el desarrollo. Su objetivo es garantizar que lo que se desarrolle no infrinja los derechos de los ciudadanos de la UE a la salud y la protección del medio ambiente