Catamarca, el Senasa garantiza la inocuidad de los alimentos
El Senasa estuvo en un establecimiento de embutidos con el objetivo de garantizar la inocuidad de su producción.
En el parque industrial el Pantanillo en San Fernando del Valle de Catamarca se encuentra el establecimiento Trasmontaña, en donde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) garantiza la inocuidad de sus alimentos.
El establecimiento Trasmontaña se dedica a la elaboración de fiambres y embutidos desde hace más de 10 años y tiene una historia familiar de hace 30 años aproximadamente. Produce fiambres cocido a baño maría, como el jamon cocido, el pernil, la paleta, el salchichón primavera, el morcillón, mortadela y otros fiambres que son secados a través del calor como el salame tipo colonia y el salame de milán.
"El establecimiento es lo que el Senasa denomina de Ciclo 2 ya que es un elaborador de productos chacinados", explicó Enzo Pricacciante, del Senasa NOA Sur y explicó que "en este caso todos son embutidos y la función de la institución, en esta planta, es garantizar la inocuidad de la producción".
Bertha Larcher, miembro del establecimiento, contó que "una vez por mes tenemos la visita de nuestro supervisor que viene de Tucumán porque tenemos tránsito federal" y explicó que "nos da mucho apoya ya que nos da la posibilidad de extender nuestros productos por afuera del territorio de la provincia de Catamarca".
En este sentido, Larcher contó que "comercializan en San Juan, Mendoza, Córdoba, Santiago del Estero" y agregó que "Senasa, para nosotros, es fundamental porque nos mantiene activos con respecto a conservar todos los parámetros para que nuestros fiambres sean inocuos y tener la calidad higiénica sanitaria requerida".
La planta cuenta con diez empleados porque es un establecimiento pequeño pero la empresa tiene cuatro bocas de expendio donde vende sus propios productos en Catamarca donde trabajan diez personas más.
"Es una típica fábrica de fiambres en donde todavía se hacen muchas cosas de manera artesanal, a pesar de que la tecnología avanza a pasos agigantados, acá todavía mantenemos algunos rituales que nos parecen de la mejor manera para preservar esa calidad doméstica que todo fiambre debe tener", sostuvo Larcher.